Un socio del restaurante asiático del Xesteira dice que el 45 % de las ganancias se facturaban en B

Marta Vázquez Fernández
m. vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

«Había un programa contable en chino para ocultar beneficios» afirmó el testigo

13 mar 2019 . Actualizado a las 07:58 h.

Dilucidar si durante tres años en el restaurante asiático que se montó en las instalaciones del antiguo cine Xesteira, en la capital ourensana, estuvo operativo un sistema contable con el que se facturaban en B el 45 % de las ganancias, y si esos hechos son constitutivos de delitos contra la hacienda pública y falsedad documental, es el objetivo del juicio penal que dio comienzo este martes en Ourense. En el banquillo de los acusados se sentaron dos de los socios de la empresa, Haimaio C. y Shengsheng C., así como la hija de uno de ellos, Pin C., trabajadora del restaurante, y Manuela R. Á., y Jorge V. G., contables. A todos ellos acusa el empresario local José María Rodríguez de haber ocultado ganancias no solo para defraudar a Hacienda, sino también para no pagarle beneficios a él, que tenía el 33 % de de un negocio que estuvo operativo desde noviembre del 2011 hasta mayo del 2013.

«Nunca deron contas a ninguén, nin tampouco repartiron os beneficios», explicó durante la primera sesión del juicio el empresario ourensano, personado como acusación particular en un caso en el que el Ministerio Fiscal no ve indicios de delito. Rodríguez explicó a preguntas de su letrado que, tras unirse con los empresarios chinos para poner en marcha un restaurante asiático en el otrora cine, se reunían todos los jueves a partir de las ocho de la tarde, para hablar de estrategias de negocio. A esas reuniones, según dijo, acudían los cinco acusados, en el caso de Jorge «solo algunas veces», y fue durante una de ellas cuando «se impuso la puesta en marcha de un programa de gestión en chino que permitía «discriminar» la contabilidad y ocultar beneficios a Hacienda. «Todos los socios, menos yo, aceptaron que se instalara, también los asesores», dijo el testigo, que recordó que los acusados tenían el 66 % de la sociedad, por lo que podían imponer su mayoría. Explicó que a partir de aquel momento se empezaron a contabilizar en «A» el 55 % de las ganancias del local, mientras que el 45 % se facturaba en negro. De esa doble contabilidad serían conocedores los asesores, quienes según este testigo «trazaban la hoja de ruta de lo que había que hacer». Así, entre el 2011 y el 2013 habría existido una contabilidad paralela que incluía también al personal, al que se pagaría en sobres parte de su salario. «El resultado del B siempre era en positivo, ese era el dinero que se llevaban ellos de la empresa», dijo José María Rodríguez, quien además explicó que se trataba de un negocio «muy rentable» que en sus primeras Navidades llegó a facturar, en un solo mes, 180.000 euros. «Se daban 400 comidas por cada servicio, los fines de semana había colas para comer», recordó.

A consecuencia de esta conducta el empresario habría dejado de ganar algo más de 50.000 euros, que ahora reclama. Esta parte también solicita penas de más de cinco años de prisión para los imputados, que ayer no quisieron prestar declaración en relación con estos hechos. Solo contestaron a las preguntas de sus abogados los dos gestores, negando cualquier tipo de participación en una trama de doble contabilidad orquestada para ocultar beneficios a la Hacienda pública.

Antes que eso sus abogados presentaron numerosas cuestiones previas, reclamando la nulidad de los registros que se efectuaron al inicio del procedimiento judicial y la prescripción de los hechos, entre otras. La vista continuará este miércoles, con la declaración de los peritos que investigaron el presunto fraude y concluirá el jueves, con la presentación de conclusiones.