El cura de Seixalbo envió 700 mensajes de contenido sexual al menor

Edith Filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La Policía descarta que alguien pudiera hacerse pasar por el sacerdote para acosar al joven al comprobarse que el número de WhatsApp desde el que lo hizo era suyo

06 dic 2019 . Actualizado a las 14:09 h.

Fuentes oficiales confirman que el cura de Seixalbo -todavía ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del CHUO- envió cerca de 700 mensajes de contenido sexual, en su gran mayoría, al menor al que supuestamente acosó durante tres semanas. Descartan por completo, además, que se pueda tratar de una suplantación de identidad al haber corroborado que el número de teléfono desde el que instigó al joven con preguntas íntimas es propiedad de Manuel V. D.

El estado del otrora cura de la parroquia de San Breixo durante diez años y capellán del CHUO, ralentiza el proceso de investigación puesto que el juez de instrucción no podrá tomarle declaración hasta que esté en condiciones óptimas. Según la versión oficial, el sacerdote ingresó en la UCI el sábado tras sufrir un ictus y no por ingerir sustancias dañinas para la salud.

Según confirma la Policía, fue el menor el que pidió ayuda a una docente del centro en el que estudia al sentirse agobiado por las cuestiones que el cura -ahora apartado del oficio por el Obispado hasta que no se esclarezcan los hechos- le planteaba. 

El obispo, Leonardo Lemos Montanet, se puso en contacto con el cura en cuestión en cuanto tuvo conocimiento de la denuncia del menor y -de acuerdo con los protocolos vigentes de la Conferencia Episcopal Española- suspendió cautelarmente del ejercicio público a Manuel V. D. 

Una vez puestos los hechos en conocimiento de las autoridades competentes se abren dos vías de actuación paralelas: por un lado el procedimiento judicial y, por otro, la investigación canónica. En este sentido, el cura deberá prestar declaración ante un magistrado de instrucción. En cuanto al camino que el obispado debe seguir ahora lo primero ha sido comunicar la suspensión del sacerdote respecto a sus funciones a la Santa Sede en Roma, algo que confirman ya se ha hecho. Además, Lemos Montanet deberá designar a una persona -hombre o mujer- experta en derecho canónico para que realice un informe con todos los datos posibles que finalmente deberá poner en conocimiento del obispo.

No existen plazos máximos ni mínimos de tiempo para la investigación canónica y será Montanet quien tendrá que juzgar el resultado de dicho informe y ponerlo en conocimiento de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Los castigos dependerán de los hechos que se demuestren y pueden ir desde la suspensión del estado sacerdotal (el más grave) hasta las restricciones leves como poder oficiar misa únicamente en privado.

Durante la ordenación de dos nuevos diáconos, el domingo en el Seminario Mayor, Lemos Montanet no hizo mención expresa al sacerdote o al lugar en el que se produjeron los hechos, aunque en su homilía proclamó que hay estar limpio y con la conciencia tranquila para servir a los demás y reconoció que hay situaciones que son complicadas para la Iglesia. «Nosotros ya dimos las explicaciones que teníamos que dar y ya hicimos lo que nos correspondía. Ahora el asunto está en manos de la Justicia y será la Justicia quien decida», afirmó.

Uno de los dos diáconos que se ordenaron (Francisco López Gómez) trabajó durante los últimos años en la parroquia de San Breixo junto al cura sobre el que pesa la denuncia del menor. De hecho, era el encargado de la catequesis de los menores de la parroquia y alrededores y el sábado -un día después de que salieran a la luz los hechos- coofició un bautizo en Seixalbo.