Seis ourensanos recorren la ciudad gracias a perros guías de la ONCE

OURENSE CIUDAD

Los usuarios pasan varias pruebas para poder tener acceso a una lista de espera, a nivel nacional, de varios años

03 mar 2019 . Actualizado a las 10:45 h.

La Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) fue creada por la Organización Nacional de Ciegos con la finalidad de criar y adiestrar a los animales para personas con ceguera o deficiencia visual grave. Contar con un perro preparado no es fácil, ya que se piden unos requisitos básicos. No todas las personas ciegas pueden convertirse en usuarias de perro guía y contar con este auxiliar de movilidad. En primer término es imprescindible que quien lo solicite tenga la capacidad de moverse de forma autónoma con bastón y un buen nivel de orientación. En Ourense seis personas, con diferentes grados de ceguera, ya cuentan con perros guía, algunos tras esperar varios años. Han tenido que ser reconocidos, antes, por cuatro profesionales de la ONCE (médico, psicólogo, trabajador social y técnico de rehabilitación), que emitieron informes para valorar su aptitud a la hora de utilizar y atender un perro guía, cada uno desde una perspectiva diferente. Después, tras los informes satisfactorios, entraron en una lista de espera. Llegado el momento, realizaron un curso de usuario y recibieron al perro, que ya fue entrenado anteriormente. Pero aún queda camino por recorrer cuando el animal llega a casa. Se estima que deben pasar unos seis meses de adaptación a la ciudad y al dueño, para convertirse en la pareja perfecta.

Los ourensanos que tienen perros guía coinciden al señalar que la ciudad es, en líneas generales, amable con ellos, aunque siguen sintiéndose como bichos raros. Todos los propietarios señalan que han tenido problemas puntuales, sobre todo a la hora de que los animales entren en lugares cerrados. Apuntan al autobús urbano, alguna cafetería e incluso a la asistencia a algún espectáculo. En todos los casos, tras mostrar la documentación y la obligatoriedad de dejarlos entrar, no tuvieron problemas. Sin embargo, creen que todavía hay muchas personas que lo desconocen e incluso protestan. Ser usuario de perro guía implica disfrutar de un derecho de acceso al entorno acompañado del mismo, que está establecido legalmente ya que se tiene en cuenta que la persona usuaria necesita del apoyo constante del animal para moverse de forma autónoma.

Este derecho conlleva la facultad de entrar, permanecer y deambular junto con el perro guía en todo tipo de espacios, locales, establecimientos y transportes públicos, al margen de su titularidad, en condiciones de igualdad con el resto de usuarios. Cabe recordar que es una infracción tanto para los organismos privados como públicos dificultar o impedir el acceso a personas con sus perros guía. Y que estas faltas puede acarrear multas de entre 150 y 12.500 euros.

También explican que es muy habitual -y lo entienden,- que las personas se acerquen a los perros para acariciarlos y darles cariño, pero recuerdan que cuando van con el arnés están trabajando y ese simple hecho puede conllevar que se golpeen contra un árbol o caigan en la calle. No son casos aislados. Indican que ocurre en muchas ocasiones.

«La gente tiene que darse cuenta de que el perro va trabajando. Entendemos que algunos quieran acariciarlos, pero para nosotros es malo, porque les interrumpe. Cuando no tienen el arnés, entonces sí, son perros normales. Parece una tontería pero es muy importante para la persona ciega», explica Jesús Sánchez García, director provincial de la ONCE.

Un servicio gratuito para los ciegos que es posible por la venta del cupón

Ser usuario de perro guía supone para la persona ciega ganar en velocidad y seguridad en sus desplazamientos. La mejora de movilidad respecto a hacerlo utilizando el bastón es sustancial y esa es la principal ventaja de tener uno. No es fácil ni barato adiestrar a un perro guía. Se estima que el coste de cada uno de los procesos es de 35.000 euros. A muchos afiliados de la ONCE les sería imposible contar con uno de estos animales. Pueden hacerlo gracias a cada una de las personas que cada día compran el cupón o cualquiera de los productos que vende la ONCE. Pueden ser beneficiarios de un premio, explica al director provincial, y a la vez apoyan a la autonomía personal y a la inclusión social mediante la prestación de servicios especializados para personas con ceguera, deficiencia visual y otras discapacidades. Los fondos no solo se destinan a la Fundación ONCE del Perro Guía, sino a otras con proyectos paralelos.

Los propietarios de los animales también tienen obligaciones. Además de cuidar y alimentar al animal, deben tener en cuenta que no es un GPS. Por lo tanto, son ellos los que marcan el recorrido a realizar y el perro salvará los obstáculos y señalará bordillos y escaleras, pero no evita que la persona deba orientarse y conocer la ruta a través de las técnicas que aprendieron para moverse con el bastón.

El labrador retriever es la raza más idónea para realizar este tipo de trabajo y, en Ourense, dan cuenta de ello, ya que lo son todos. Es la mayoritariamente utilizada, por su carácter sociable y su versatilidad, pero también se usan otras razas puras o cruces para su entrenamiento.