«Es deficiente apostar por lo privado teniendo tanta calidad en lo público»

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

El director de la escuela de Informática, Francisco Rodríguez, reclama que la facultad tiene capacidad para el doble de alumnos de nuevo ingreso y más profesores

17 feb 2019 . Actualizado a las 18:51 h.

Francisco Javier Rodríguez (A Bola, 1976) llegó a la informática gracias a sus padres. «Son agricultores y no conocían nada de este mundo, pero supieron ver que se convertiría en algo con salidas profesionales. Cuando estaba en octavo de EGB me dijeron que si aprobaba todo me compraban un ordenador y desde entonces hasta ahora», confiesa. Fran -como lo llaman alumnos y profesores- fue subdirector de la Escuela de Ingeniería Informática entre el 2008 y el 2016, momento en el que ascendió a director tomando el relevo de Ana Garriga.

-Están a punto de finalizar los tres años para los que lo eligieron como director de la escuela, ¿le gustaría renovar por otros tres?

-Creo que la gente me ve renovando, pero entiendo que debe ser una decisión de equipo. Ahora mismo los cargos no están bien valorados y supone un compromiso que a la gente le resta. Veo complicado conseguirlo porque la sensación es de cansancio, ya habían trabajado con la anterior directora. Mi decisión se basará en si puedo tener un equipo igual o al mismo nivel.

-¿Diría que el balance es positivo? ¿Quedan cosas por hacer?

-Siempre quedan cosas por hacer y aunque este es un centro ya consolidado, podemos ampliar los grados o los másteres. Entre los retos que seguimos teniendo pendientes está el de conseguir aumentar las plazas del centro. En el 2004-2005 teníamos capacidad para 225 alumnos de nuevo ingreso. Con el bum de la construcción y la crisis económica hubo un descenso porque las ingenierías dejaron de estar tan bien valoradas. Ahora parece que recuperan poco a poco su lugar. Lo que ocurre es que esa etapa ya ha pasado y nosotros tenemos infraestructura suficiente para albergar al doble de estudiantes. Solo hay cien plazas de nuevo ingreso y estamos la mitad de profesores que antes de la crisis. Que podamos recuperar terreno sería una decisión política. Lo que pasa es que lo que funciona bien, aunque pudiera funcionar mejor, no se suele tocar.

-Y el sector está pidiendo cada vez más profesionales.

-Sí. Ourense, al final, en lo que es el eje atlántico es la gran desconocida. Pero somos un polo tecnológico en crecimiento. Empresas como Bahía Software, Imatia o Balidea ya han abierto sedes aquí. Ya no es que se estén acercando a la provincia, sino a la ciudad porque estamos en el centro. Las empresas demandan más profesionales de los que les estamos ofertando. También hay alumnos trabajando para empresas extranjeras como IBM desde aquí.

-El rector cuestionaba recientemente el proyecto de universidad privada que se está gestando para Galicia. ¿Cree que es necesaria?

-Soy reticente. No se quieren aumentar las plazas en la universidad pública y se programan actividades para fomentar las vocaciones tecnológicas porque dicen que no hay suficientes. Sin embargo, y sin ser un dato exacto, alrededor de 250 alumnos se quedaron fuera de las carreras de informática en Galicia. Ya en la primera convocatoria en junio. La propia ley dice que una universidad privada no puede poner en marcha titulaciones que ya existen en el sistema público. Lo que creo que harán será montar una escuela de informática pero llamándola de otra forma para esquivar la legalidad. Además de que se debería apostar por el sistema público con tasas asequibles. Es una deficiencia apostar por lo privado teniendo tan buena calidad en lo público.

-¿Existe alguna diferencia entre la titulación que se imparte aquí y las de Santiago o A Coruña?

-Nosotros ofrecemos el grado y el máster, que sería la equiparación al ingeniero superior de antes. De hecho fuimos los primeros de Galicia en hacer el paso a Bolonia. Con la conversión al nuevo plan europeo, Ourense está al mismo nivel que A Coruña. Santiago, como solo tenía la ingeniería técnica en su momento, tan solo se le permitió transformarse a grado porque el máster que tienen es de especialización en big data. Es cierto que hay personas que tienen dudas todavía porque ellos esto tiene el nombre de escuela y las otras de facultades, pero es que aquellos centros que tienen ingenierías deberían ser escuelas superiores técnicas.

«Las chicas que estudian aquí son vocacionales, más que algunos chicos que abandonan»

Aparte de poner los cinco sentidos en el campus de Ourense, Francisco Javier Rodríguez es secretario del clúster TIC de Galicia y mantiene contacto permanente con el mundo empresarial.

-Existe un debate abierto en la profesión sobre si se debe dejar ejercer a los informáticos sin titulación. ¿Cuál es su punto de vista?

-Yo defiendo la titulación porque entiendo que acredita unos mínimos conocimientos y que es una base para certificar tus competencias. Pero tampoco estoy de acuerdo con el modelo español de que si ya tienes el título puedes hacer de todo porque no es cierto. Se necesita un período de maduración. Y también es cierto que informática, al ser relativamente una carrera nueva hay muchas personas que se acercaron a los proyectos TIC desde matemáticas o física, por ejemplo, y son profesionales muy buenos. Pero yo apuesto por la titulación.

-Hace tres años la proporción de alumnas en la carrera en el campus de Ourense era del 20 %. ¿Cómo está ahora?

-Pues ha bajado. Ha llegado a estar en el 13 % y ahora ronda el 17 %. No podemos decir que haya una tendencia porque oscila, pero sí que estamos muy preocupados por esa parte porque ahí sí que no hay vocaciones. Estamos llegando a un estereotipo que no se daba antes de que se convirtiera en ingeniería. No sé si a lo mejor se asoció a dificultad o qué pasó. Nosotros lo hemos analizado mucho pero no llegamos a entender por qué es así. Lo que sabemos a ciencia cierta es que las chicas que están, son vocacionales. Mucho más que otros alumnos que luego abandonan por la dificultad. Aunque haya otras carreras que asuman los roles de género tradicionales, aquí no queremos hacerlo y estamos organizando actividades para revertir la situación.