«El hecho de pensar que has ayudado a alguien es la parte más bonita de nuestro trabajo»

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

M.R.

El Grupo de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional rescató a dos mujeres que se habían caído en sus respectivas casas

06 feb 2019 . Actualizado a las 08:12 h.

Los mayores ourensanos son cada vez más y la soledad está detrás de muchas de las actuaciones que a diario deben llevar a cabo los miembros del Grupo de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional en la ciudad. Un ejemplo de este trabajo son las que realizaron el domingo y el lunes los agentes Julio Verdeal y José Manuel González, auxiliando a dos mujeres que se cayeron en sus domicilios y se encontraban en estado de semiinconsciencia en el suelo.

El primer rescate sucedió el pasado domingo. Sobre las 14.00 horas la policía recibió una llamada alertando de que una señora de 75 años llevaba dos días sin dar respuesta ni a las llamadas telefónicas ni al timbre de la casa. El Grupo de Seguridad Ciudadana se acercó a la vivienda y abrió la puerta. En ese momento se encontraron a la mujer tirada al lado de la entrada, inmóvil, boca abajo, respirando y con pulso. Los agentes colocaron a la mujer en posición lateral de seguridad y la movieron con cuidado, ya que se percataron de que se trataba de una caída y podría haberse golpeado contra un mueble. Fue trasladada al CHUO donde fue sometida a una intervención quirúrgica por un derrame cerebral.

Escalaron por una fachada

El segundo caso sucedió el lunes. También una llamada, en este caso a las siete de la tarde, alertó que un señora de 93 años de edad no respondía desde hacía días a la puerta, siendo imposible abrirla ya que estaba cerrada con varios pestillos. Los mismos agentes de policía se dirigieron a la vivienda. Al llegar escucharon quejidos angustiosos en el interior de la casa por la que decidieron escalar por la fachada principal hasta llegar a un balcón situado en el segundo piso, que dista a unos cuatro metros del altura del suelo, dado que las demás ventanas y accesos se encontraban totalmente cerrados y con rejas. Normalmente esperan la llegada de los bomberos, pero en esta ocasión, ante los gritos de la mujer, decidieron actuar.

Una vez en el balcón, los agentes se vieron obligados a romper uno de los cristales de la puerta. Así accedieron al interior y localizaron a la señora tirada en el suelo del salón, encajonada en un mueble. Encima de su cuerpo una mesa camilla y un brasero eléctrico desconectado. Tras abrir la vivienda actuaron los servicios médicos, que evacuaron a la mujer al CHUO.

Tanto Julio Verdeal como José Manuel González explican que hay mucha gente mayor que vive sola en la ciudad y que los casos de personas de avanzada edad que caen y se ven impedidas dentro de su hogar crece cada día. «Normalmente avisa algún familiar no muy cercano o los propios vecinos al ver que la persona no sale en días de su casa», explica Verdeal.

A pesar de lo triste que supone ver a una persona impedida en su propia casa, señala: «No solo estamos para detener a los delincuentes. El hecho de pensar que has ayudado a alguien es la parte más bonita de nuestro trabajo. Es lo que te da algo de felicidad. Algunos te dan las gracias llorando». De la misma opinión es José Manuel González que destaca la expresión que ven en las personas que auxilian y en sus familiares. «El agradecimiento se ve en sus caras, es como si vieran una luz».

La Policía Nacional realiza un servicio humanitario al día en la capital ourensana

De forma paralela a las funciones de prevención de la delincuencia y de investigación de delitos, las actuaciones en auxilio del ciudadano son una constante en la labor diaria de la Policía Nacional en la capital ourensana. Durante el año pasado realizaron un total de 291 servicios de este tipo y solo en enero de este año actuaron en 30 ocasiones, lo que supone una media de un servicio humanitario al día.

En la mayoría de los casos los protagonistas de sus intervenciones son gente mayor. La mayor parte de sus actuaciones tienen que ver con el auxilio de ancianos que viven solos y que por una u otra razón, -aunque sobre todo por caídas- no son capaces de salir de su casa. Y, cada vez en mayor medida, deben actuar con personas desorientadas que se encuentran en la calle, algunas sin documentación. La Policía Nacional, en colaboración con el 016, también actúa en casos de personas con enfermedades mentales o acude al hospital en si hay algún tipo de conflicto con un paciente, familiar o profesional, entre otros servicios.