Rubén Durán y Pedro García creen que la UD Ourense y el Ourense CF van a más
02 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Rubén Durán es un símbolo en la UD Ourense y también un nexo con desaparecido club rojillo, mientras que Pedro García fue uno de los hallazgos más valiosos del Ourense CF, que logró implicarlo en el ascenso a Tercera y lo repescó este año tras una nueva experiencia en la Segunda B. Ambos portan en la mayoría de las ocasiones el brazalete de capitán y lideran, a su particular estilo, a los protagonistas de un derbi que volverá a animar las gradas de O Couto, desde las 18.30 horas.
Rodríguez Durán está viviendo una segunda juventud a sus treinta y cinco años y casi no se pierde partido, como él mismo admite: «Estoy muy satisfecho a nivel colectivo e individual. A nivel físico me encuentro incluso mejor que el año pasado y, como estoy teniendo continuidad, se favorece esa mejoría. Pero aún viene lo más difícil y tenemos que apretar, porque todos hacemos falta».
En vísperas del duelo de rivalidad local, el fino centrocampista incide en las ganas de que llegue la hora: «Atravesamos una buena situación, tanto en el juego como en los resultados. No esperábamos estar aquí a estas alturas, pero lo que conseguimos fue por méritos propios. Ahora llega un derbi que a todos les gusta jugar, cuya fecha buscamos el mismo día que salió el calendario. Pero será tan difícil como los demás de esta liga, porque cada semana nos cuesta mucho sumar puntos y esta vez no será distinto».
El perfil de García Iglesias es distinto, porque se trata de un veterano de 28 años en una plantilla muy joven. Lo explica con claridad al indicar por qué regresó a Ourense: «Cuando me ofrecieron liderar a un equipo muy joven y con tanta calidad, me motivó mucho sumarme a este proyecto. Ya he jugado muchos partidos en Tercera y Segunda B y puedo aportar una perspectiva que no tienen chicos de 19 ó 20 años. El cuadro técnico también es muy joven y también me gusta darles mi opinión de lo que he visto en el campo».
Pedro es de esos jugadores con personalidad marcada en el terreno de juego y le toca tirar del carro en muchas ocasiones. Eso sí, es el primero en creer fervientemente en sus compañeros: «Nos faltaba hacer tres o cuatro partidos buenos y ahora estamos en nuestra mejor dinámica, aunque nunca dejamos de ser competitivos. El míster dio con la tecla y todos somos ambiciosos».