«Los universitarios tienen una visión utilitarista de su paso por la facultad»

Su objetivo es que el paso de los estudiantes por la universidad sea algo más que ir a clase, coger apuntes y aprobar exámenes, o no. Desde hace tiempo Pablo Bonorino se esfuerza por intentar que los estudiantes obtengan algo más de sus años de carrera y para ello ha promovido, y lo sigue haciendo, muchas iniciativas alternativas. Una de ellas es la Liga de Debate, que a lo largo del pasado mes de diciembre celebró su sexta edición. «La idea es abrir un espacio para desarrollar un tipo de actividad que no es muy común en nuestras culturas ibéricas; el anglosajón está más acostumbrado a la discusión abierta, pública, desde las instancias básicas de la educación», explica el docente, que asegura que este tipo de formación desde niños contribuye a ir «eliminando esa sensación de que toda discusión implica un altercado personal, una idea que sigue arraigada en nuestra cultura».

Cree Bonorino que, además, la profesión del abogado exige la confrontación pública de ideas. «La verdad es que en los planes de estudios de Derecho siempre se ha desatendido esta cuestión, como si la gente debiera aprenderlo en su casa, cuando esto es algo que se tiene que enseñar, y por eso la liga de debate es el espacio para el tratamiento transversal de estas habilidades. Además, creo que cualquier persona, y más un universitario, debe tener unas mínimas habilidades de comunicación oral, y si en derecho se desatienden, no digamos en otras titulaciones científicas».

Sostiene además el docente que la falta de formación en oratoria incide en el ambiente político que existe en nuestro país. «Es muy difícil encontrar un debate real, incluso en campaña. En realidad lo que presenciamos son un par de monólogos muy pautados y no hay un debate real, no existe confrontación argumentativa y precisamente esto es lo que se intenta evitar en ese tipo de debates», asegura.

El programa de debate ha sido objeto incluso de un proyecto de innovación docente, dirigido también por Bonorino y en el que se implicaron profesionales de distintos centros. «Utilizábamos la técnica del debate para enseñar algunos de los problemas de la disciplina, como una dinámica motivadora», cuenta el docente sobre un proyecto que se plasmó en dos libros publicados por la Universidad de Vigo. «Los estudiantes tienen una visión excesivamente utilitarista de lo que están haciendo en la Universidad, pareciera que todo aquello que no les lleva al grado, no les interesa, por lo que a veces resulta difícil motivarlos», reconoce.

Visión crítica del cine

Además de la liga estudiantil, Bonorino es también uno de los promotores de otra iniciativa de divulgación más allá de las aulas que se desarrolla cada año en el campus de Ourense, desde hace diez. Se trata del ciclo Pensar el cine. «El objetivo es parecido al del debate. Vivimos en sociedades en las que la gente se socializa mucho más que por la letra escrita, por las imágenes, las narraciones y desde la universidad debemos desarrollar una perspectiva crítica sobre este tipo de materiales», explica el profesional, que añade que la narración audiovisual funciona sobre la base de «una especie de aletargamiento de las funciones racionales que hace que muchas de las posiciones ideológicas, culturales y políticas pasen desapercibidas para el espectador medio, que necesita mirar de una manera diferente para ser consciente de todos estos elementos».

Eso es, precisamente, lo que persigue el ciclo, que los espectadores comprendan estos otros elementos que integran el cine y los analicen. «Es un ciclo que está abierto a los estudiantes del campus, pero también a los ciudadanos y de hecho viene mucha gente de fuera. La idea es proyectar cine, con el añadido de contar con un invitado, un investigador que reflexiona críticamente sobre esa propuesta». En todos estos años se han tratado asuntos como la problemática de la violencia sexual, el ejercicio del poder o la violación de los derechos humanos.

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