Después de veinticinco ediciones de la subida de Año Nuevo un grupo de atletas reivindicará esta vez su futura continuidad
28 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Comenzó con traje de camarero y bandeja en mano, pedaleando hacia lo alto de la Costiña de Canedo. Era el reto de Año Nuevo de un Saturnino González que, con el paso del tiempo, se convirtió en tenaz atleta veterano. Y en medio de esa metamorfosis, el escenario de esa empinada ascensión, entre la niebla, bajo la lluvia o incluso peleándose con la nieve o el viento, ha ido ganando adeptos, acompañantes que no quieren dejar solo al ideólogo de una iniciativa de lo más peculiar.
«Yo soy atleta y esta es una prueba original. Fue espontánea desde el principio. No se hicieron carteles, ni nada en especial por difundirla, hasta que fue estrictamente necesario. Pero Esta no es la copia de ninguna otra carrera. Era salir a correr o a pedalear, en esa fecha y en esa hora. Y en la Costiña, ese es el desafío», resume un Saturnino que tenía la firme intención de dejar el reto en sus veinticinco ediciones, una vez que desapareció el Club de Atletas Veteranos de Ourense, que se encargó de la organización en las últimas ediciones.
Sin embargo, algo se ha movido en la sociedad local y se apunta a una nueva organización del Ourense Atletismo, a partir del primer día del 2020, como reconoce el propio González Nóvoa: «La gente me comenzó a pedir por la calle que lo hiciéramos como antes, como nació en los primeros años, pero sabíamos que era complicado según los requerimientos de hoy. Laura López hizo un gran trabajo en el club y en la organización de la carrera, ahora colabora con el Ourense Atletismo y en esa directiva parece que están interesados en mantener la Costiña en el calendario. También parece que contará con el apoyo de todos los grupos políticos y, para mí, es una satisfacción».
Con todo, Saturnino se ha dejado liar por un grupo de atletas y a la espera de que se realice un montaje oficializado para una nueva edición, ya está citado para el mediodía del próximo 1 de enero: «Ahora lo llaman quedada, pero es una palabra que no me gusta nada. Lo cierto es que los Amigos da Costiña vamos a hacer una marcha reivindicativa para solicitar que se organice en los años venideros. Para mí siempre ha sido un orgullo y, realmente, lo que pretendía es que tuviera esa continuidad. Ya puse mucho de mi parte y no volveré a estar en la organización, incluso llegará el día en que ni siquiera participaré como corredor».