«Creía que a las calles de Ourense les venía bien más colorido y diversión»

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Raquel Ferreiro acaba de abrir una franquicia de una marca de estilo urbano

17 dic 2018 . Actualizado a las 13:06 h.

Raquel Ferreiro (Barcelona, 1975) llevaba un año trabajando para la marca de ropa Fishikii -en distribución a través de Internet- cuando se propuso abrir una tienda física, que es la segunda de la franquicia. Fuerteventura será la próxima y Sitges y Vilanova i la Geltrú (donde se ubica la fábrica) son las otras ciudades españolas que cuentan con establecimiento de la firma.

Se trata de ropa -aunque también cuentan con trajes de baño o elementos decorativos para darle un toque diferente y divertido a las paredes de casa- que ofrece algo realmente original. «Los creadores de la marca comenzaron haciendo diseños para vinilos y al final se atrevieron a trasladar sus ideas a prendas de ropa. Su filosofía es que las calles no estén siempre tan tristes y grises», explica Raquel. «Esto fue un poco lo que me impulsó a mí a poner en marcha el negocio. Creía que a las calles de Ourense les venía bien más colorido y diversión. Y tener una opción diferente a las tiendas tradicionales. Además, yo estaba muy a gusto trabajando con ellos», añade.

Raquel no es nueva emprendedora puesto que ya tiene otra empresa dedicada a la calefacción y las piscinas. Estudió para obtener la titulación de técnica coordinadora de moda de mujer y en la actualidad compagina su trabajo en ambas empresas.

Vestidos, camisetas, sudaderas, faldas, pijamas, leggins... Estrellas del rock como Mick Jagger o David Bowie, hipsters, animales, frutas y dulces, la pintora Frida Kahlo, mujeres astronautas o el mismísimo Bruce Lee y su mítico «be water my friend» son algunos de los protagonistas de las prendas de ropa que desde este mes se pueden encontrar en la tienda física. «No tenemos barreras de edad ni de estilo porque cualquiera puede ponerse una camiseta o una sudadera, dependiendo de la ocasión y el estado de ánimo con el que se levante. Tampoco tenemos barreras en cuanto a sexo porque muchas de las prendas son unisex y para llevar todo el año, aunque tengamos colecciones puntuales como la de Navidad», aclara mientras coloca camisetas con imágenes de papás noeles de lo más variopintas.

Llevan poco tiempo abiertas de cara al público -la inauguración fue el pasado 30 de noviembre-, pero Raquel y su compañera en la tienda Verónica Villar ya tienen clientes que conocían la marca de comprar a través de Internet y que ahora prefieren acercarse al establecimiento. «No es lo mismo comprar on line sin poder probarte el producto que vértelo puesto y pedir una talla que te favorezca. También es cierto que aquí no nos entran todas las prendas que hay en catálogo, pero si alguien quiere un producto que vio en la página web o en las redes sociales de Fishikii, lo pedimos y se lo puede probar», explica la gerente del comercio. «Aparte de que los estampados se salen de lo común y hay gente que si no se ve con la falda o la sudadera, igual no se anima a adquirirla», valora Raquel sobre los beneficios de tener un establecimiento al que los clientes puedan acudir y recibir un trato personalizado.

 «Las prendas están hechas con tejido ligero que tarda en estropearse»

El tallaje de Fishikii sigue el patrón del mercado europeo para prendas de hombre, mujer o niños. Sin embargo, en camisetas y sudaderas unisex las medidas son algo mayores para que puedan ser utilizadas tanto por el género femenino como por el masculino. «Las prendas están hechas con tejido ligero que tarda bastante en estropearse. A las sudaderas no les salen las bolitas tan molestas porque son más resistentes y los estampados no decoloran el resto de prendas en la lavadora porque la tinta está bien absorbida por el material», afirma la gerente sobre los beneficios del poliéster con el que trabaja la marca.

Actualmente se encuentran con descuentos en todos los productos para que la gente se anime a regalar sus prendas. La horquilla de precios oscila entre los 25 y los cincuenta euros para adecuarse a casi cualquier bolsillo. «A ver si la gente regala nuestros productos por estas fechas», cuenta.

La marca produce en España pero exporta internacionalmente y están abiertos a presentaciones de proyectos para que la franquicia pueda seguir creciendo.