La Coral de Ruada inauguró una placa conmemorativa en la casa que vio nacer a la agrupación
16 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Paula Pérez tiene quince años y lleva la Coral de Ruada por montera y con orgullo. «Empezaron mis padres en la agrupación y después me uní yo», relata con timidez.
A su edad, sabe que el relevo generacional es importante y que falta gente joven que le ponga voz a las historias de Ourense. «Le propuse a algunas amigas que se unieran y cuando los de mi edad no saben lo que es esto, intento explicárselo porque me parece importante conocer lo que hay en la ciudad de uno, sus tradiciones y la música gallega», cuenta tras el acto de conmemoración del centenario.
Un comienzo diferente fue el de Julio Dorribo. Nació en Ourense pero emigró y vivió fuera varios años. «Cando volvín, no ano 1985, busquei unha actividade extralaboral e contactei coa coral e despois de facer a proba de voz aceptáronme», recuerda sobre cómo empezó todo. Además, incide en que el grupo aporta un valor añadido a sus integrantes. «Despois das actuacións ás veces imos de cea e a verdade é que gozamos e pasámolo moi ben», confiesa.
Y es que la Coral de Ruada celebró sus cien años de música y lírica en villa Joaquina, la casa que la vio nacer. Donde Xavier Prado Lameiro, Virxilio Fernández González, Fabriciano Iglesias, Xulio Prieto Nespereira y Cesáreo Eire firmaron las actas fundacionales un 5 de octubre de 1918. Allí se instaló una placa conmemorativa ayer por la mañana.
El director de la coral, Xoán Antón Vázquez, pone en valor lo que la agrupación -conformada por casi sesenta personas- significa para la ciudad. «O pobo de Ourense segue conectado coa coral; é un sustrato cultural moi peculiar e significativo e estamos en contacto directo cos colexios para que os nenos poidan aproximarse e lle collan o gusto», afirma.
Junto al teatro y la literatura, la música sirvió para que la cultura de Galicia no se diluyera por el camino. «En case tódalas cidades de Galicia había agrupacións coma esta e hoxe en día só quedamos catro», lamenta el director.
«Ourense sempre foi, é e será unha cidade de cultura. Vangarda, ademais, e enseña de toda Galicia. Non se entende a nosa historia sen os nomes dos pintores, escritores ou músicos que fixeron de nós a Atenas de Galicia. Pero tamén somos un referente cultural polo labor de milleiros de persoas, máis ou menos anónimas, que ao longo dos séculos tiveron unha especial sensibilidade», apostilló el alcalde, Jesús Vázquez, en su discurso de agradecimiento durante el acto.
El acto terminó con una interpretación de la composición Ourense ao lonxe: «De Ourense son e alí deixei nas Burgas soños de infancia. No Santo Cristo a devoción. Na Ponte o meu corazón».