Conversaciones telefónicas sobre coches y baterías condujeron a una supuesta red de narcotráfico

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

La operación policial que juzga la Audiencia Provincial coincidió en el tiempo con la vigilancia de Asuntos Internos al grupo de drogas

11 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En las mismas fechas en las que la Unidad de Asuntos Internos (UAI) estrechaba el cerco sobre sus compañeros del grupo de drogas de la comisaría de Ourense, estos seguían trabajando, ajenos a lo que les estaban preparando. Fruto de una actuación desarrollada entre abril y octubre del 2015 llegaron ayer al banquillo de la Audiencia siete personas, para quienes el fiscal pide penas entre cuatro años y seis años y cuatro meses de prisión. Los imputados se presentaron como consumidores y solo uno admitió de manera implícita que había hechos otra gestiones.

Los pinchazos telefónicos dan la pauta en este caso. Asuntos Internos también interceptaba comunicaciones de sus compañeros. El mismo juez firmaba los autos en los dos asuntos, sin otra conexión que la casual y temporal. El 9 de octubre del 2015 -un mes antes de la detención de los policías de estupefacientes- autorizó un nuevo plazo en los pinchazos que afectaban al caso que tenía en Parada de Piñor uno de sus centros de referencia. El desmantelamiento del grupo policial de drogas de Ourense se produjo un mes y un día después.

De los siete acusados que ahora comparten banquillo, uno confesó que guardaba droga para otro imputado y admitió que en algún momento le había conseguido cocaína. Los otros seis eran, según sus propias confesiones, simples consumidores. Aseguró uno que podía llegar a esnifar o fumar hasta veinte gramos de cocaína en un solo día.

Que en las conversaciones pinchadas por la policía hablaran de coches, o de baterías, era normal, afirmaron, pues, según declararon a sus propios abogados, tenían algún tipo de negocio vinculado con la automoción, aunque fuera ir a buscar piezas a desguaces. La confianza entre dos de ellos era tan grande que a veces era uno quien iba a la lonja, dedicados como estaban a la distribución agroalimentaria, para hacer la compra de los dos.

En la operación, que incluyó registros en Ourense, Monterrei y Parada de Piñor, se ocuparon distintas cantidades de droga. La más importante, de 150 gramos, en la vivienda de uno de los acusados, que señaló a otro acusado como su auténtico dueño.

Esta actuación arrancó a medianoche del 3 de abril del 2015 al percibir los policías nerviosismo en una persona que caminaba por la avenida Pardo de Cela. Acabó con ocho detenciones. Siete llegaron a juicio.