Más de la mitad de las pequeñas parroquias ya no tienen misa todos los domingos

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

El sínodo ourensano recogió más de 3.200 propuestas para mejorar la atención a los fieles, sobre todo, en el rural

29 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La masa crítica de la iglesia ourensana se encuentra en plena tormenta de ideas para tratar de sobrevivir a la despoblación, que especialmente afecta al rural, y también a la crisis de vocaciones. Bajo el nombre de sínodo se inició en el año 2016 un camino de apertura de puertas y de debate en equipo que concluirá en el 2020. El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, compareció ayer para hacer balance del camino recorrido. Y su primer mensaje, en medio de un escenario de futuro incierto, fue optimista: «O sínodo é unha gran aventura que nos deu moitas ledicias. Nel participaron 2.000 segrares e en cada unha das asembleas hai de media 350 persoas. A resposta foi moi interesante e chegáronnos máis de 3.200 propostas a estudar».

Cada año del sínodo se dedica a profundizar en una cuestión, pero siempre con la vista puesta en la gran sangría que sufre la iglesia en el rural: cada vez menos fieles, con parroquias dispersas y con párrocos envejecidos. Así, el curso pasado se abordó la necesidad de constituir de manera urgente Unidades de Atención Parroquial, de forma que un sacerdote o equipos de sacerdotes pudiesen atender pastoralmente a diversas parroquias cercanas dando pasos hacia un trabajo en equipo. Este curso se está reflexionando sobre las celebraciones litúrgicas y se ha puesto encima de la mesa un debate del que muchos fieles no quieren oír ni hablar. No es otro que el de la necesidad de crear eucaristías de referencia para que todos los fieles sepan donde pueden participar en la celebración dominical, dado que el Obispado de Ourense tiene claro que el modelo tradicional de una misa en cada parroquia es inviable de cara al futuro.

De acuerdo con los datos de un informe elaborado por el profesor Manuel González esa realidad ya se está imponiendo. De hecho, de acuerdo con la información facilitada por un elevado número de curas del rural en las parroquias más pequeñas ya no hay misa todos los domingos. «En las que tienen menos de 150 feligreses hay dificultades para mantener la oferta de misa dominical y más de la mitad de las que tienen menos de cincuenta habitantes ya no cuentan con ella», asegura el informe. Otra de las conclusiones del estudio es que la asistencia a la eucaristía es, proporcionalmente, mayor en las zonas rurales con respecto a las cabeceras de comarca.

El informe que fue presentado ayer también realiza un perfil de los curas que mantienen con vida la actividad religiosa en los núcleos rurales de Ourense. Tienen una edad media de 65,5 años. Casi la mitad de los que participaron en la encuesta encargada por el Obispado de Ourense tienen más de setenta años y a su cargo están una media de cuatro parroquias. En el 17 % de los casos, la cifra se eleva hasta las siete.

Sobre la percepción que tienen los párrocos del rural sobre la Iglesia aseguran que la mayor simpatía la perciben en los ancianos. «La indiferencia es frecuente entre los jóvenes, aunque no se percibe antipatía», concluyen.