Manuel Méndez, gerente de Pazo do Mar: «El mejor blanco cuesta 10 euros»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Veiga da Princesa fue elegido el vino más destacado de la última cosecha en Galicia

26 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El titular destroza la intriga sobre lo que cuesta el mejor blanco de Galicia; pero también quita el miedo a los que tienen la incorrecta idea de que el vino es caro. Muy caro. Y va a ser que no. «A unos diez euros en una tienda especializada; y un poco más en un restaurante» es lo que cuesta una botella de Veiga da Princesa, el mejor vino blanco gallego según la última cata impulsada por la Xunta. El precio lo desvela Manuel Méndez (Ourense, 1974), segunda generación del grupo Pazo do Mar, ahora a las riendas junto a su hermana.

Manuel es la cara visible de un grupo que su padre fundó en 2003, año en el que adquirió una bodega en Feá (Toén). «Compramos en Ribeiro por una cuestión sentimental, somos de aquí; y después en Rías Baixas por una cuestión racional», señala. Y lo explica: «Ribeiro tiene grandes vinos, pero el mercado no lo reconoce mucho; es una zona maltratada. Rías Baixas se reconoce por sus buenos vinos». Dice que eso no significa que sea más fácil venderlos, por eso apostaron desde el principio por buscar la mayor calidad posible. «Habían visto dos viñedos en Crecente (Pontevedra) con unas uvas que les interesaban, así que se hicieron con esos dos y todos los de alrededor. «Compramos 110 fincas distintas a 70 propietarios diferentes, entre ellos gente de Brasil o Argentina, a los que compramos las tierras por poderes, e incluso fui a Suiza para adquirir fincas personalmente», relata. Fue un proceso de dos años y medio que les dio la propiedad de las hectáreas en las que plantaron albariño en espaldera. «Es una variedad que a veces tiene demasiada acidez; y con diferentes estudios vimos que la plantación en espaldera tenía ventajas, porque a la uva le da directamente el sol, así que tiene mayor madurez y menor acidez. Además, se consigue mayor ventilación que en el emparrado, evitando tratamientos fitosanitarios», explica.

En sus trece cosechas de historia, Veiga da Princesa atesora numerosos premios, al que ahora se suma el de mejor blanco de Galicia. «En la calidad de este año no percibimos que fuera diferente a años anteriores -reconoce el bodeguero-. Es un vino muy homogéneo porque las uvas son siempre del mismo sitio y la elaboración es la misma. Sabíamos que la calidad era muy alta, porque ya había logrado el Baco, premio en Bruselas varios años, el de Albariños por el mundo... El mérito de ser el mejor blanco de Galicia está en que el número de participantes es superior a otros concursos, y compiten vinos de diferentes uvas, no solo albariños, también godellos, treixaduras...». Y añade: ¡Era el gran premio que nos faltaba, y ya lo tenemos!».

El grupo Pazo do Mar también está en Monterrei. «Era una antigua finca experimental y bodega que había sido la primera finca en la D.O. plantada con godello y mencía, fruto de una reconversión de variedades más productivas como la garnacha», rememora. Llegaron en 2006, dice, por una visión de futuro. «Al ser la más pequeña, está todo por ganar», señala. Y su Alma de Autor también les ha dado alegrías en la cata de los vinos de Galicia, siendo elegido como mejor blanco de la denominación de origen.

El grupo Pazo do Mar elabora tintos, pero son los blancos los que lograron más reconocimiento. «La calidad de los blancos gallegos ha llegado a unos listones que se puede decir que son los mejores de España. En cambio, en los tintos creo que aún nos queda ese camino para hacer», reconoce Méndez.

Con presencia en tres denominaciones diferentes, de momento no habrá ninguna más. «No queremos ser meros comercializadores de vino, sino que nos gusta involucrarnos en los proyectos; y con tres bodegas nos parece suficiente», cuenta Manuel. «Tenemos más de 45 hectáreas de viñedo en Galicia», añade, cuyas uvas son las que utilizan para sus vinos de más alta gama. Para el resto de la producción cuenta con viticultores a los que cada año compran la cosecha. Facturan unos seis millones de euros anuales.

¿Y qué bebe el bodeguero? «Depende del momento -contesta-. Para el aperitivo en una terraza me gusta mucho un godello; a la hora de sentarme en una mesa, con marisco un albariño, y con pescado, un ribeiro».