El alcalde le pide «diálogo» a San Martiño en beneficio de los vecinos

Ruth Nóvoa de Manuel
ruth nóvoa OURENSE

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Jesús Vázquez no obvió la situación del Concello en la ofrenda al patrón de la ciudad

12 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ser el único de tu batallón que reparó en el pobre bajo la nieve es una lección que no debemos perder». Así se dirigió el alcalde de Ourense a San Martiño, en la misa solemne celebrada en la catedral y en la que le correspondió hacerse cargo de la ofrenda. Con la leyenda más popular que se le atribuye al patrón de la ciudad el regidor apeló a la necesidad de «recuperar la costumbre de mirar al otro a los ojos, escucharlo y poner en valor las cosas que nos unen en vez de las que nos diferencian».

La ofrenda hizo referencia al auge de los populismos y los extremismos y las ideologías que «incitan al odio» que pueden enmarcarse en un contexto nacional o mundial. Pero Jesús Vázquez también bajó a terreno ourensano y aprovechó su intervención en la eucaristía para lanzar algunos recados en clave municipal. En primer lugar se puso deberes. Algo que no podía pasar desapercibido en un momento en que la ciudad está en alguna medida paralizada por cuestiones administrativas: «Nuestro deber es resolver los problemas, no crear nuevas preocupaciones. Te pido que nos des claridad para escuchar qué es lo que realmente desvela a nuestros ciudadanos y para encontrar soluciones a sus necesidades».

En este punto, el alcalde de Ourense apeló a la necesidad de «diálogo a nivel local», en una clara alusión a los grupos de la oposición municipal y a la situación que se vive, de forma recurrente, en el Concello de Ourense: «Es indispensable para que nuestros vecinos vean materializados los proyectos con los que queremos que Ourense sea una ciudad de futuro».

Respuesta a los desprotegidos

Una de las cuestiones que más asperezas ha levantado en el debate político de la ciudad en lo que va de mandato ha sido la gestión del área social. El gobierno ha tenido que recurrir a la oposición para sacar adelante modificaciones de créditos que permitieran mantener los servicios sociales. El alcalde, en ese sentido, no olvida. «Te pido -se dirigió al patrón de Ourense- por los más desprotegidos de tu ciudad. Para que comprendamos que nada justifica que no trabajemos juntos a la hora de darles respuesta. Tenemos que estar a la altura de una ciudadanía que demuestra un comportamiento ejemplar con los más necesitados».

Violencia de género

A partir de ahí la intervención volvió a las generalidades y el alcalde aludió a los mayores, los jóvenes, las familias, los profesores y la violencia de género. «Nin unha menos», apuntó, cambiando el castellano por el gallego en su intervención para que ambas lenguas tuviera su espacio.

El obispo alerta del envejecimiento y el abandono del rural

La misa solemne celebrada, tras la procesión, en honor a San Martiño estuvo presidida por el obispo, Leonardo Lemos. En la homilía no solo se refirió al Evangelio, y al Día de la Iglesia Diocesana que se celebraba ayer, sino que también, como es tradición, dio respuesta a las palabras del oferente, el alcalde de la ciudad.

Lemos definió a los ourensanos como «un pueblo noble y generoso, cálido y acogedor, pero un pueblo que necesita muchas ayudas porque si no camina hacia un envejecimiento progresivo». En clave reivindicativa el obispo hacía alusión a uno de los problemas más graves que sufre la provincia y abundó sobre él al final de su intervención, tras cambiar también al gallego en una misa que fue retransmitida por televisión a través del canal 13TV: «Que San Martiño estenda a capa da caridade sobre cada uno de nós, de tódolos homes e mulleres dos nosos pobos, en especial aqueles que viven sós ou illados no mundo rural».

Aludió también a quienes «siembran la desunión y hacen crecer el rencor». Y se refirió al papel de la Iglesia: «Desterrados prejuicios y tópicos que enturbian y excluyen la sinceridad del diálogo, en esa casa común, en ese espacio social y público, compartido por todos y para todos, laico pero no laicista, ahí encontraréis a la Iglesia, construyendo, codo con codo, una sociedad más justa e igualitaria [...], especialmente con los más olvidados y necesitados a través de Cáritas y demás organismos de solidaridad».

A la ceremonia acudieron concejales del Partido Popular y Democracia Ourensana así como el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices.