Un proyecto en el que niños de A Cuña implicaron a adultos contra la violencia de género recibe un premio nacional

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

LOLITA VÁZQUEZ

La entidad organizadora de las actividades, que recibirá el galardón, es la Asociación de Prevención y Educación Social (Apes)

10 nov 2018 . Actualizado a las 13:51 h.

La Asociación de Prevención y Educación Social (Apes), que está de celebración por cumplir diez años de labor educando en valores positivos a niños y adultos, recogerá en diciembre un premio por la acción llevada a cabo para prevenir la violencia de género en Ourense, concretamente en el barrio de A Cuña.

Explican desde la entidad que se presentaron a los premios de Aprendizaje y Servicio -que otorgan el grupo editorial de contenidos educativos Edebé, la oenegé global de cooperación Educo y la Red Española de Aprendizaje-Servicio- con un proyecto que desarrollan con niños en el Centro Cívico de A Cuña.

En el mes de diciembre, asistirán a la gala de entrega de galardones en Madrid tras conocerse que el jurado los ha seleccionado como una de las entidades merecedoras del reconocimiento. Se trata de la cuarta edición de estos premios a los que concurrían un total de 302 proyectos diferentes de toda España y en los que participaron diferentes colegios y entidades sociales con más de 44.000 jóvenes.

El jurado -compuesto por 18 expertos de todo el ámbito nacional- se basa para seleccionar a los ganadores en la finalidad que los trabajos desempeñados tienen para que, frente a una necesidad, los chicos emprendan una acción de servicio a la comunidad que les ayuda a aplicar y asentar conocimientos adquiridos previamente.

«Trabajamos para fomentar la progresión social y para prevenir conductas de riesgo, sobre todo a edades tempranas y con personas que ya hayan cometido delitos», cuenta la profesional de la entidad Susana Pérez. En el caso concreto de este programa, los menores que participaron cuentan con entre 6 y 10 años y desarrollaron un programa para sensibilizar a los vecinos del barrio en el que viven con la lacra que supone la violencia de género. «Los pequeños sirvieron a los mayores para fomentar hábitos positivos relacionados con la igualdad de género», explica tras conocer la noticia del premio.