Ya no hay marcha atrás, la carrera para hacerse con el sillón de mando de la ciudad de Ourense ha comenzado. Era un secreto a voces, pero esta semana nos ha dado pistas definitivas que los partidos políticos ya están en precampaña. ¡Y eso que quedan seis meses para la cita con las urnas! Por eso, les aconsejo que se agarren, que vienen curvas. Es el momento de tomarlo todo con cautela. Por ejemplo, si un grupo de vecinos se concentra en la Praza Maior de Ourense para reclamar no se sabe muy bien qué, habrá que preguntarse si es por puro interés vecinal o si hay alguien detrás azuzando para montar una polémica artificial, como parece el caso. También hay que tomarse con la misma cautela, por ejemplo, los anuncios que se hagan, por muy oficiales que sean y por mucho que quien los realice sea el presidente de la Xunta, que el martes recibió a Jesús Vázquez, no se sabe muy bien si en calidad de presidente de todos los gallegos o de los que votan al Partido Popular. De allí salió el regidor con una lluvia de millones que habrá que ver si se cristalizan o se quedan perdidos en una tormenta electoral. Tampoco uno se puede tomar a pecho las previsiones que realicen unos y otros, más que nada porque sino no habría sitio para tanto concejal en el Concello. Ayer, sin ir más lejos, Gonzalo Jácome vaticinó que lograría una mayoría absoluta que le daría la alcaldía. Veremos si es cierto, aunque en esta ocasión no parece dispuesto a pillarse los dedos como hizo hace cuatro años cuando prometió que se iría si no lograba la alcaldía. Marea y BNG también hacen sus cábalas. ¿Y el PSOE? Pues, el PSOE a lo suyo, que son las guerras internas.