«Cuando me despierto y hablo con mi marido ya soy la más feliz del mundo»

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Rosa González es una de las 155 personas cuidadoras que recibe apoyo de Cruz Roja

03 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Él no da trabajo ninguno. Es buenísimo. Te lo digo de verdad. Y es muy cariñoso y un cielo», responde Rosa González (Chantada, 1951) cuando le preguntan cómo lleva cuidar de su marido. Y lo hace sola. A sus 67 años. Porque por ahora ha preferido no pedir ayudas de dependencia, dice que de momento ellos dos se arreglan bien. Los 46 años que llevan casados respaldan su decisión. «Nadie mejor que nosotros nos puede entender», apostilla riéndose.

El rostro de Rosa sirve para describir con una sola imagen la figura de las cuidadoras. Porque en España -según los datos proporcionados por la Cruz Roja- el 80 % de las personas que se dedican a cuidar de alguien son mujeres. Además, la mayoría de ellas son familiares de la persona dependiente y superan los 50 años de edad. Carecen de ocupación remunerada y comparten domicilio con la persona que atienden.

«Primero cuidé de mis hijos mientras trabajaba como asistenta del hogar. Después se pusieron malitos mis padres y me tocó hacerme cargo de ellos, soy hija única. Y ahora me encargo de mi marido», resume brevemente. Pero su rol no le pesa. «Yo por la mañana cuando me despierto lo primero que hago es hablar con él y ya soy la persona más feliz del mundo. Si veo que está como el día anterior, ya me quedo tranquila», confiesa.

Rosa pertenece al grupo de cuidadores denominados como «no profesionales» porque carece de una formación reglada y un título, aunque lleva toda la vida haciéndose cargo de su familia. Ella no lo sabe pero el lunes es el Día Internacional de las Personas Cuidadoras. Su día y el de más de 240.000 personas en toda España que lo dejan todo para que a los que quieren no les falte de nada. Aunque no están solos porque Cruz Roja les ofrece ayuda con talleres formativos, grupos de apoyo con psicólogos o clases para trabajar la memoria -estos últimos son los favoritos de Rosa-.

«Nuestro día a día es muy normal. Mientras yo hago el desayuno él se queda en la cama porque le gusta remolonear. Y después de desayunar vuelve a acostarse otro rato pero se levanta para ver las películas de vaqueros que dan en la 2 a mediodía. ¡Ay que ver cómo le gustan! Después comemos juntos y vemos el telediario y por la tarde él va un rato al bar a jugar al dominó y las cartas con sus amigos porque yo también le digo que necesito algo de tiempo para mí. Y también hacemos sopas de letras juntos para la memoria», finaliza sonriendo.

Cruz Roja habilitará un puesto informativo el lunes en O Couto

En Ourense, el pasado año, fueron 155 las personas que se dedican a cuidar de algún familiar -y que carecen de titulación profesional- las que recibieron el apoyo de Cruz Roja para esta labor con talleres formativos, grupos de apoyo y un multicanal on line con contenidos informativos. El lunes, Día Internacional de las Personas Cuidadoras, Cruz Roja instalará una mesa informativa en el centro de salud de O Couto, de 10.00 a 13.00 horas, y el miércoles los participantes en los programas podrán disfrutar de una sesión de relajación a las 11.00 horas en la sede de la organización.