La bendición del templo por el obispo Leonardo Lemos se produce veinte años después del traslado
22 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Veinte años después de su marcha, desde Ourense a Vilar de Astrés, las monjas clarisas ya tienen iglesia. La bendijo ayer el obispo de la diócesis, Leonardo Lemos, que estuvo arropado por un número importante de sacerdotes, en consonancia con el carácter simbólico que tiene la apertura al culto de un templo en unos tiempos en los que no resulta frecuente la inauguración de iglesias en Ourense.
Con la bendición de este templo, aun cuando le faltan algunos detalles para que luzca en todo su esplendor la moderna construcción, ven cumplidas las monjas clarisas una aspiración que mantienen desde el momento en que se produjo su traslado en el año 1998, entonces con Carlos Osoro como obispo de Ourense.
El traslado suponía una mejoría muy significativa en las condiciones de vida de las monjas, que dejaban un edificio de Ourense, en el que estuvieron durante un etapa de transición tras abandonar su anterior convento. A principios de los noventa habían dejado sus instalaciones de Ramirás, después de que el entonces obispo, José Diéguez Reboredo, se empeñara en gestionar el traslado para mejorar las condiciones de vida de las monjas de la comunidad.