«Mucha gente todavía no sabe que existe una filatelia de competición»

La afición del ourensano Jorge Ángel Pulido Parga por el coleccionismo viene de lejos: calendarios, llaveros, plumas de pájaros, animales muertos en botes de alcohol... Pero su pasión por la filatelia comenzó cuando se hizo cargo del legado de su padre, miembro de la Asociación Filatélica, Numismática y Vitolfílica Miño de Ourense, a la que ahora él pertenece. Quiso, entonces, hacer su propia serie, una colección temática sobre el hockey hierba que formará parte de Olimpilex 2020 en Tokio, el certamen filatélico al que acuden las mejores relacionadas con los Juegos Olímpicos. Antes, hubo mucho trabajo. «Yo soy filatelista temático. Consiste en escribir como un libro con un hilo argumental. Las ilustraciones en lugar de ser fotos serían material filatélico, desde sellos a matasellos, siempre teniendo en cuenta el reglamento de la asociación internacional de filatelia», explica. La colección de Pulido Purga se llama Cuatro mil años de hockey hierba. «Cuenta la historia de este deporte desde que se comenzó a practicar en Egipto en el 2050 a. de C., porque aparecen dos jugadores en un relieve de una tumba». La filatelia tiene varios componentes: histórico, filatélico, de diseño y un hilo argumental para que todo encaje. Estos son los apartados que valora el jurado para dar una puntuación final. «Mucha gente no sabe que existe una filatelia de competición. Se llevan las colecciones y en función de la puntuación se consiguen galardones».

Los aspirantes inician su carrera participando con sus colecciones en los campeonatos territoriales y cuando consiguen el galardón de vermeil grande, antesala del oro, pueden pasar a las competiciones nacionales. Y de ahí a las internacionales. Eso ha pasado con la de Jorge Ángel Pulido, que participó en Barcelona en una competición de series con temáticas deportivas y olímpicas consiguiendo el oro. Y con él, el paso al Olimpilex de Tokio 2020, acontecimiento cultural paralelo a toda Olimpiada deportiva.

Jorge Ángel Pulido es abogado y el coleccionismo es su pasión. «Mi padre fue presidente de la asociación Miño y falleció en un accidente. A partir de ahí, animado por sus compañeros, cogí el relevo. Pronto me di cuenta de que tenía que hacer algo propio. Como fui jugador de hockey y esta ciudad esta muy ligada a este deporte, la decisión fue clara», explica. Era el año 2005. A partir de entonces comenzó un trabajo intenso de búsqueda de material, investigación, diseño y montar y desmontar. «Conseguí armar una colección razonablemente decente para presentarme a las primeras exposiciones territoriales. En filatelia se trabaja por cuadros de 16 hojas. Una colección razonable es de 5 cuadros de 16 hojas. Cuando tienes el vermeil grande estás obligado a extenderla a 8 cuadros de 16 horas. Yo los tengo en modelo A-3, un total de entre 750 y 800 unidades, ya sean sellos u otros materiales», explica.

El principal afán de los coleccionistas es, dice, mostrar y explicar las colecciones. Cuatro mil años de hockey hierba fue expuesta en el Liceo, hace años. Ahora, afirma, ya no podría por el espacio que ocupa. Los sellos viajarán solos hasta Tokio. Su traslado no es complicado, pero con ellos van años de esfuerzo y trabajo. «Con los seguros es problemático. Normalmente se envía con los comisarios de la exposición, la suerte es que haya uno cercano. Si no, por conductos habituales... Lo cual tiene su riesgo. Mejor no pensarlo», ríe. Sin embargo, y aunque parezca increíble, su máxima preocupación es que lleguen sin descolocarse. En Tokio, su colección participa en el concurso internacional: «Mi objetivo sería seguir en torno al vermeil o vermeil grande. El oro será difícil». En Ourense existen muchas e importantes colecciones. «La asociación Miño es la sociedad en Galicia que mas actividad tiene, incluso con jóvenes», presume.

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