La ausencia de la denunciante y las víctimas de un caso de maltrato y abuso sexual, base para absolver al acusado

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

José Fernández

El implicado atribuyó el caso a una venganza de su exesposa por echarla de casa y al deseo de los niños de vivir en Portugal con su abuela

28 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A falta de prueba, es decir, de confirmación directa de supuestos malos tratos y agresión sexual por parte de las supuestas víctimas, la Audiencia de Ourense ha dictado sentencia absolutoria a favor de José Fernández Blanco, Pazpallo. Ni la abuela, ni sus dos hijos de 15 y 11 años, un niño y una niña, acudieron a la vista. Y, como dice la sentencia, la pericial de credibilidad sobre el testimonio de los menores durante la instrucción no puede suplir el relato directo. El inculpado había reivindicado su inocencia el día del juicio, vinculando la denuncia a un presunto afán vengativo, por haber conseguido la custodia de los hijos, que habían sido criados por la abuela, en gran medida en Portugal. «A ti te voy a arruinar la vida», contó que le había dicho la madre de los menores, cuando la echó de casa en una ocasión, por estar, según el acusado, borracha y drogada.

«Compinchadas» las dos mujeres, lo denunciaron, tras haber convencido a los chicos, según la versión del imputado. No dejó de reconocer José que el día anterior al juicio, al que no acudieron ni la abuela ni los pequeños, habló con ellos por teléfono. No ocultó el acusado, como también se recoge en la sentencia, que para poder atender la anterior citación judicial, cuando se suspendió la vista por la huelga de funcionarios, él mismo se había trasladado a Portugal para traerlos a Ourense y los tres estuvieron en su domicilio.

La sala, en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Antonio Piña, valora declaraciones de docentes en el sentido de que nunca habían presenciado episodios de malos tratos hacia los menores, sin signos físicos que los acreditasen.

Tampoco la forense portuguesa de Minho-Lima que examinó a los menores a raíz de la denuncia de la abuela en los juzgados lusos observó la presencia de signo alguno que permita sostener la imputación de malos tratos.

La fiscalía pedía para José seis años de prisión por un delito de abuso sexual, por supuestos tocamientos a su propia hija. Añadía dos años y seis meses más de prisión, por un segundo delito de violencia habitual. Y un año más por cada uno de los dos delitos de malos tratos a los menores.

La Audiencia ha acogido íntegramente las tesis de la defensa, dirigida por el letrado Rafael Cid, que reclamó la libre absolución con todos los pronunciamientos favorables, como ha hecho la sala en su sentencia, notificada ayer.