Un centenar de terrazas de la capital fueron sancionadas por irregularidades

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Alex Carausan

Tan solo una decena de establecimientos pidieron al Concello regularizar la situación

27 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las terrazas que se reparten por toda la capital ourensana hace tiempo que están en el punto de mira. Son muchos los vecinos y colectivos que consideran abusiva la instalación de veladores en aceras y plazas de la ciudad durante todo el año. Desde el gobierno municipal se anunció un mayor control sobre los locales de hostelería para que cumpliesen con la normativa vigente, que data de hace un par de décadas y que pese a su antigüedad otorga mecanismos a la administración local para hacer frente a posibles irregularidades o abusos a la hora de colocar las terrazas en la calle.

En lo que va de año, el Concello de Ourense ha abierto expediente a más de un centenar de establecimientos repartidos por la ciudad. De acuerdo con los datos facilitados por la responsable de Comercio a los grupos de la oposición en la última junta de área se comprueba que el volumen de sanciones va en aumento según se acercan los meses de primavera y verano. Así, por ejemplo, en el mes de abril se registraron una treintena de expedientes. Pese a que las terrazas hace ya tiempo que abandonaron la temporalidad, sí es cierto que con la llegada de la primavera se produce un bum de locales que sacan las mesas al exterior. Eso explica que el de abril fuese en el año 2018 el más sancionador por parte de la administración.

El goteo de expedientes es continuo y no cesa en ningún mes, aunque es cierto que en febrero el número de sanciones se redujo casi al mínimo. Entre los locales expedientados por irregularidades relacionadas con los veladores se encuentran establecimientos repartidos por toda la ciudad: desde el centro urbano a los barrios. Llama la atención testando los datos de los locales con expedientes abiertos que sean minoría los que se tramitaron en establecimientos del casco histórico, pese a las crecientes quejas de vecinos por su proliferación y a los propios informes internos que maneja el gobierno local elaborados a raíz de los trabajos previos para la aprobación de la nueva ordenanza municipal.

En la información entregada a los grupos de la oposición también se contempla los locales que a raíz del expediente abierto se procedió a la petición de autorización para regularizar la situación. Son, en todo caso, una minoría de los establecimientos ya que con esa anotación tan solo aparecen una decena de locales. Entre las irregularidades incluidas se incluye las referidas a la cartelería que incumple con la normativa.

Lo que recoge la normativa

Las sanciones establecidas en la normativa van desde los 100 hasta los 600 euros, en función del grado del incumplimiento y podría acabar con la retirada del permiso para colocar las terrazas en casos muy graves. Entre las exigencias que tienen los dueños de establecimientos con terraza se encuentra la de que no se puede exceder el 50 % del ancho de la acera para permitir el libre paso de los ciudadanos y, en especial, de las personas con movilidad reducida. Otra cuestión que se recoge en la normativa y que ya ha acarreado la apertura de expedientes es la obligación de dejar el espacio público limpio tras el cierre de la terraza.

La nueva ordenanza lleva pendiente desde 2015 ante la falta de consenso

El anterior gobierno socialista puso sobre la mesa en la recta final del pasado mandato una ordenanza que pretendía renovar y actualizar la vigente, que data de hace veinte años. La propuesta quedó en el aire al entender la oposición que debería de ser el nuevo gobierno que saliese de las urnas el que finalizase ese trabajo. Más de tres años después, el consenso sigue lejos de ser una realidad. La propuesta del PSOE fue retocada por el PP, lo que hizo que los socialistas no diesen su apoyo. El paso de tres concejalas por el área de Comercio -Ana Morenza, Belén Iglesias y ahora Flora Moure- no ha servido para limar asperezas y lograr un consenso político. DO, Que también tendría la llave para forzar su aprobación, muestra una posición más rígida con los horarios de apertura de las terrazas.