El pontevedrés Víctor Loira recorrerá toda Galicia en 17 etapas para visibilizar la enfermedad de Crohn y recaudar dinero para el programa psicológico Asiéntate
21 ago 2018 . Actualizado a las 17:21 h.«Tú ponte con una bolsa de ostomía y móntate en una bicicleta con 100 kilómetros por delante para tirar. Duro es desde el momento que arrancamos». Víctor Loira tiene la enfermedad de Crohn y dará la vuelta a Galicia -un total de 1.320 kilómetros- alternando bicicleta y patinete. Un reto para él, el primero que realiza por su enfermedad, que comenzó el pasado domingo y que finaliza el próximo 4 de septiembre en la plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela. Ayer, en su segunda etapa, llegaba a la plaza Mayor de Ourense arropado por su familia y por la asociación Socio Sanitaria de Enfermedades Inflamatorias Intestinales (ASSEII).
Después de pedalear unos 100 kilómetros Loira explicaba las verdaderas razones por las que se había animado con este reto en particular: «Vamos a intentar darle la máxima visibilidad posible a la enfermedad de Crohn y recaudar dinero para el programa Asiéntate. Porque es muy importante que tengas una ayuda psicológica y que cada asociación te la aporte. A nivel personal es algo que me apetecía mucho, tanto a mí como a mi hija como a mi mujer, y también a Ángela. Quería hacer algo por mi enfermedad». Todas las confederaciones de salud intestinal se han agrupado para un bien común: «Uno de los mejores objetivos que podemos sacar de estos 17 días», explica Loira. Además, la farmacéutica Jansenn colabora en el proyecto, lo que posibilita unas mejores condiciones para el reto y la creación posterior de un documental sobre la experiencia.
Llegaron a la plaza Mayor este lunes a las 13.45 horas, después de cumplir el principal objetivo de llegar a la ciudad ourensana quince minutos antes. En esta segunda etapa Víctor contó con la compañía de Cons Moledo, un pontevedrés que ya en retos anteriores colaboró con Loira. Una mañana muy complicada para ellos dos: «Teníamos que salir a las ocho de la mañana de Porriño y salimos a las nueve. Fue duro, pero desde la tierra del jamón, A Cañiza, para aquí, Cons y yo nos pusimos de acuerdo e hicimos un tramo espectacular. Hasta los cámaras se quedaban asustados porque hicimos una media de 35-40 kilómetros por hora para llegar aquí a las 13.30 horas. El objetivo era llegar a tiempo pero también tuve que parar por el tema de la bolsa de ostemía. Un día menos en el reto».
Hasta la etapa final, con la llegada a la capital gallega, Loira alternará la bicicleta y el patinete. Una decisión que toma por su enfermedad: «Si lo hago todo en bicicleta sería un desgaste muy grande para mi salud, por la bolsa de ostemía». Dos medios de transporte que para Víctor son como beber vino o agua, dos cosas muy diferentes. «Ir en una bicicleta requiere ir agachado y hoy hice ese esfuerzo. Mañana salgo en patinete y voy recto, descansando las piernas y usando más la fuerza de los brazos. Es distinta una cosa de la otra», aclara. «En patinete tienes que forzar una pierna, tener cuidado de no hacerte daño y los coches te respetan menos. Las subidas son más duras, ayer lo viví y es muy fastidiado», comenta Víctor. Si bien muchos otros combinarían kilómetros en bicicleta o corriendo, el pontevedrés Víctor Loira no puede hacerlo por su enfermedad, pero asegura que muy pronto lo conseguirá.
No es la primera vez que se sube a la bicicleta a recorrer kilómetros por una buena causa, ya lo hizo el año pasado con Cons Moledo por la enfermedad Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Los dos naturales de Pontevedra lograron superar los 500 kilómetros y llegar a Ribadesella después de 5 días, Víctor en la bicicleta y Cons corriendo. El reto «Ayuda a ayudar» también pretendía visibilizar la ELA y recaudar dinero para gastos de logopedia de la asociación Agaela.