El curso político arranca con la llegada de septiembre. Es, como la vuelta al cole, para los políticos. En la ciudad de Ourense, unos y otros parecen haber estado cargando munición para la recta final del mandato. El portavoz del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, demostró ayer que venía con las pilas cargadas y se lanzó a una crítica política al alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, en plena inauguración del parque infantil de la Alameda do Cruceiro. No sé si era el momento más idóneo, pero en todo caso el socialista no quiso desaprovechar la ocasión ante tanto micrófono para tratar de aguarle la inauguración de un espacio que, unos y otros ya lo han dicho por activa y por pasiva, salió adelante al igual que el resto del plan de obras gracias al apoyo plenario del PSOE. No sé si habrá muchos más consensos de calado de aquí al final del mandato. Ojalá me equivoque, pero tengo la sensación de que la fuerza de las siglas van a pesar, una vez más, que los intereses de la ciudad. El gobierno en minoría de Jesús Vázquez tiene dos grandes retos hasta las municipales: aprobar los presupuestos y sacar adelante el nuevo plan de urbanismo. Sin pretender jugar a pitoniso ni una cosa ni la otra la lograrán. El PP gobierna en minoría y si hasta el momento no ha logrado apoyos para sacar adelante ambas cuestiones, mucho me temo que ahora ya es demasiado tarde. Verán que pronto empezaremos a escuchar en la oposición el discurso que también utilizó el PP cuando estaba en el otro bando de que es mejor que sea la nueva corporación quien retome el asunto en cuestión. Eso se hizo, por ejemplo, con la ordenanza de veladores y ahí sigue a la espera.