Pereiro y San Cibrao están sin policía local pese a estar obligados

e. f. / M. C. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Álvaro Vaquero

Las vacaciones de verano dificultan la cobertura de turnos en algunos concellos

19 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tener Policía Local no es obligatorio para aquellos ayuntamientos con menos de 5.000 habitantes. Sin embargo, en la provincia de Ourense se da la paradoja de que existen municipios con un número inferior de censados que cuentan con este servicio público y el caso contrario. Pereiro de Aguiar y San Cibrao das Viñas son los concellos dentro de las fronteras ourensanas en los que debería haber Policía Local por sobrepasar los 5.000 habitantes y carecen de ella.

El alcalde de Pereiro, Eliseo Fernández Gómez, reconoce que se trata de una carencia que se percibe y a la que desde el gobierno municipal les gustaría dar solución, pero que resulta más complicado de lo que parece. «É difícil poñer en funcionamento e organizar ben unha Policía Local desde a nada no rural. Ademais de que necesitaríamos competencias de tráfico que aínda non temos. Pero é un tema que sempre está enriba da mesa e no que xamais se deixa de traballar», confiesa el regidor.

Cuando los vecinos necesitan de algún servicio que correspondería prestar a la Policía Local, es la Guardia Civil la que se encarga de darlo, según explica Fernández. «É unha necesidade implantala a curto prazo no concello, pero tamén é unha responsabilidade e queremos facer ben as cousas porque imos sufragando os problemas como podemos acudindo á Benemérita. Pero sería bo contar con policía para transmitir a sensación de seguridade aos cidadáns», añade el alcalde de Pereiro de Aguiar.

Hay otros municipios que cuentan con Policía Local pero que disponen en la actualidad de menos efectivos de los que les corresponderían para atender los turnos. Es el caso de O Carballiño, en donde señalan que por su población debería tener dieciocho agentes pero en la actualidad cuenta solo con catorce. La situación se agravó hace pocos meses cuando falleció un compañero mientras esperan que se saquen dos plazas a concurso que se prometieron desde la administración hace más de un año.

En una situación similar de personal por debajo de las necesidades reales de la población está el concello de Barbadás. Al igual que en O Carballiño, se contrata personal auxiliar en épocas de más actividad como el verano.

Celanova dispone de diez agentes pero dos de ellos han pasado a segunda actividad y trabajan exclusivamente en archivo, almacén u oficina. Se trata de dos profesionales que superan los 60 años y están a la espera de poder jubilarse si se aprueba la reforma paralizada desde hace más de un año. Además, en el caso concreto de este municipio no está permitido que los policías cojan vacaciones la primera quincena de agosto por coincidir con las fiestas grandes del concello y más, si cabe, ante la ausencia de contratación de auxiliares durante los meses de temporada estival.

La situación en la capital parece que se aliviará, aunque a medio plazo, con la incorporación de nueve agentes -seis hombres y tres mujeres- que llegarán tras superar la oposición y otros dos que lo harán por movilidad. No obstante, el proceso puede tardar más de un año y la plantilla con la que cuenta ahora mismo la ciudad de Ourense no se corresponde con las ratios marcadas por la Unión Europea para urbes con más de 100.000 habitantes -la capital debería contar con algo más de 150 profesionales-. Actualmente, la Policía Local de Ourense tiene en plantilla a 112 agentes que restando a los altos mandos se traduce en 98 -de los cuales solo alrededor de sesenta hacen turnos en las calles-.

Por otro lado, si al final saliese adelante el acuerdo de jubilación a los 60 años quedarían todavía más vacantes por cubrir para poder ofrecer un buen servicio.