Los vecinos de la capital se enfrentan al calor con un buen baño en el río o en la piscina y activando a tope el aire acondicionado
02 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Varias localidades de la provincia de Ourense superarán hoy los 40 grados. La ola de calor anual es fiel a su cita con las orillas del Miño y del Sil y se intenta sobrellevar aunque con mayor dificultad en la capital ourensana, donde el asfalto incrementa y conserva los grados en mayor medida que en el resto de la provincia. De esto ya saben mucho los vecinos.
Un buen baño en el Miño o en las piscinas municipales, la sombra de un lustroso árbol o refugiarse en casa con aire acondicionado hasta que pasa el calor son algunos de los métodos usados. Este último en mayor medida que en el resto de Galicia, ya que es casi un electrodoméstico habitual en las casas ourensanas. Aunque, como nos acordamos de Santa Rita cuando llueve, algunos esperan a última hora y cuando ya sudan la gota gorda se acuerdan de instalarlo. Así lo explicaba ayer Jose Ramón Fernández, de la empresa Fergue de instalación de aires acondicionados y climatizadores. «Muchos vienen a última hora, cuando el calor aprieta y lo quieren para ya. Luego, si no lo han instalado, a partir de septiembre se olvidan», dice entre risas. Pero asegura que cada vez aumenta el número de particulares que los colocan en sus casas. «Ahora hay más conocimiento e información sobre estos aparatos y la gente se anima porque es necesario, sobre todo en Ourense», afirma. Los comercios y cafeterías de la ciudad también están preparados. Son refugio ocasional de los paseantes y de los turistas que estos días se acercan a la capital y que desconocían que hay lugares de Galicia en los que también se puede veranear al son de los 40 grados.
Hay piscinas de plástico y desmontables en grandes terrazas de la ciudad, pero también hay comunidades que han optado por compartir un espacio para refrescarse. Es el caso de los vecinos del barrio ourensano de Barrocás que disfrutan de una piscina comunitaria en la que tienen incluso servicio de bar. ¿Qué más se puede pedir? Ayer estaba abarrotada. Niños, jóvenes y mayores comparten este espacio en el que se puede pasar el calor bajo el agua, al abrigo de una sombrilla o disfrutando de un refresco en la terraza. «Muchos nos quedamos en verano en Ourense y necesitamos de un lugar como este. Estamos acostumbrados al calor y lo llevamos bien», afima orgullosa una usuaria. Y hoy volverá. «¿Dónde voy a estar mejor que en la piscina?», espeta.