Laura Cid Novoa ha aprobado a la primera, y con 23 años, la oposición de Primaria
24 jul 2018 . Actualizado a las 07:59 h.Laura Cid Novoa (Ourense, 1995) tiene 23 años y ha aprobado la oposicion de Primaria en su primer intento. Tras terminar la carrera y el máster, estuvo nueve meses estudiando para conseguir lo que ha sido su vocación desde pequeña: ser maestra.
-¿Por qué estudió Magisterio?
-A mí siempre me gustó la docencia, desde pequeñita. En el colegio veía a los profesores y me gustaba lo que hacían. Yo creo que fue vocación, nunca me planteé estudiar otra cosa que no fuese eso; en el fondo sabía que ese era mi destino. Me gustaba dar clase, los niños... quería enseñar.
-¿Se puede elegir especialidad?
-Hay que diferenciar Infantil de Primaria, mi carrera fue Educación Primaria en el campus de Santiago. Después en el cuarto año de universidad podías escoger una mención. En mi caso elegí la atención a la diversidad. Hay una serie de asignaturas que nos daban específicamente de esa mención.
-¿Por qué eligió Primaria?
-Sinceramente los niños pequeños me gustan y no tengo ningún problema, pero prefiero enseñar de seis a doce años. En Infantil son niños muy pequeños y tienes que saber mucha psicología. Son cosas muy manipulativas y fases muy complicadas. Sin embargo en Primaria damos contenido curricular; me gusta más el contenido que Infantil. Me gusta que nos entendamos, y siempre lo tuve muy claro.
-¿Cuánto tiempo estuvo preparando la oposición?
-Acabé la carrera con 21 años y luego hice un año de máster. Además, estuve con una beca de colaboración del Ministerio de Educación de la Unidad de Atención Educativa en altas capacidades que hay en la Universidad de Santiago, en la Facultad de Psicología. Lo lleva Carmen Pomar, que es uno de mis referentes. Mientras hacía el máster estuve con ellos colaborando en la unidad. En septiembre del año pasado empecé con las oposiciones en Ourense.
-¿Cuál era su rutina de estudio?
-Desde siempre he tenido una rutina de estudio. Efectivamente, desde que empecé las oposiciones me levantaba en torno a las 08.45 horas para ponerme a las 09.15 horas más o menos y estudiar hasta las 12.00 horas. Descansaba media hora y luego me ponía hasta las 14.15 horas. Comía y a las 16.00 horas volvía a empezar, muchas veces hasta las 22.00 horas. Había días en los que hacía otros planes y a las ocho me iba con mis amigas. No me costó porque tenía el hábito. Si yo mantuve la constancia y el esfuerzo fue por la motivación que tenía de conseguir mi objetivo.
-¿Qué fue lo primero que hizo cuando se enteró?
-Estaba en el centro comercial con mi madre. Lo primero que hice fue llorar y abrazarla. Luego ya comencé a hablar con mi familia y con mi profesor de la academia, al que estoy muy agradecida, ya que sin él no habría conseguido esto. Es mucho contenido para memorizar en muy poco tiempo y tener una persona que lo sintetiza tan bien ha sido un placer. También estoy muy agradecida a mis padres y a mi hermana.
-¿Qué le diría a las personas que preparan una oposición?
-Lo principal es tener una meta, que se visualicen consiguiendo su meta. Todo lo que vas a hacer en ese año lo harás más motivado porque te ves consiguiendo tu objetivo. Por eso digo que busquen una meta y que les dé igual el tiempo que vayan a pasar sentados estudiando, porque al final lo van a conseguir. Al final, si sale mal, hay más oportunidades. Son muy buenos años de plazas, dos más van a venir como mínimo y que no se desmotiven. Hay muchos factores que influyen en aprobar: tienes que estudiar, tienes que ser constante y también hay suerte de por medio. Que busquen algo que los mantenga conectados siempre y que tengan un ambiente tranquilo.