«El movimiento vecinal en Ourense lleva un tiempo que está muy callado»

Rubén Nóvoa Pérez
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OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Manuel Carnero, expresidente de Limiar, cree que «estorbaba a los políticos» por defender la ciudad

15 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A Manuel Carnero Gómez es fácil encontrarle en el parque de San Lázaro. Es una de sus zonas preferidas de la ciudad para pasar su tiempo libre. Aunque se mantiene como presidente de la asociación Agarimo, del barrio de la Cruz Alta, en los últimos años ha pasado a la reserva activa del movimiento vecinal ourensano. Fue su cara más visible durante más de una década al estar al frente de la federación vecinal. Asegura que llegó a él por convicción y también animado por sus vecinos de la Cruz Alta. Llegó a la ciudad después de una infancia en una aldea de Xunqueira de Ambía. Tiene todavía muy frescos los recuerdos de sus primeros años en la ciudad. «Ourense ha mejorado. Desde que yo llegué cambió mucho, sobre todo en la época del alcalde Cabezas. Alcalde como ese no vuelve otro a Ourense. La estética de la ciudad ha mejorado mucho, aunque en otros aspectos como el trabajo o los negocios ha empeorado», asegura.

Antes de establecerse definitivamente en Ourense, Manuel Carnero tuvo varios destinos provisionales en el norte de España como Guardia Civil. Inició su andadura en el cuerpo con 19 años y se retiró con 50. Oviedo, A Coruña y Ourense fueron sus destinos. «Siempre toleré mal las injusticias», recuerda. Y ahí es donde está el principal nexo de unión entre su actividad profesional y social. Considera que el movimiento vecinal tiene su razón de ser, precisamente, en luchar para acabar con las injusticias que, asegura tajante, «las siguiente habiendo, y muchas, por desgracia. Me metí en el movimiento vecinal porque, pensé ‘yo vivo en esta ciudad y si puedo ayudar a mejorarla, por qué no».

Poco tardó tras acceder a la presidencia de la federación Limiar en darse cuenta de que no todo iba a ser tan idílico como imaginaba. «Al poco tiempo ya empecé a vivir los desengaños con los políticos, porque yo pensaba que si pedías una cosa lógica en un tiempo prudencial la resolverían. Y vi que no era así. Entregabas escrito y ni tan siquiera te contestan», asegura.

Para Manuel Carnero cualquier tiempo pasado sí que fue mejor. Nadie puede dudar a poco que hable con él que tiene una gran devoción por el exalcalde popular, Manuel Cabezas. De hecho, fue uno de los impulsores de un homenaje multitudinario en su despedida. «Fue la época en que se hicieron cosas en la ciudad», explica.

Carnero es consciente de que el movimiento no cuenta con la mejor reputación en estos momentos. Él tiene claros los motivos: «El movimiento vecinal lleva un tiempo que está muy callado. Hay que hablar y exigir y veo a mucha gente que no abre la boca. Parece que la gente tiene miedo y la ciudad está también un poco anestesiada. Se convocan manifestaciones y la gente no acude; hay cierto pasotismo».

Uno de los ejemplos, considera Carnero, es la alta velocidad. «Hace ya muchos años hicimos una manifestación para defender el soterramiento. Quedaremos como la hermanita de pobre».

¿Y la relación con los políticos? Carnero asegura que es complicada porque «no hacen caso» y también porque hay dirigentes que se «dejan politizar». No quiere entrar en polémicas, pero no puede morderse la lengua al recordar lo que sucedió en las últimas elecciones en Limiar: «Hubo un concejal, que me voy a callar el nombre, que llamó a asociaciones para que votaran al otro candidato, que decían que era de los suyos. Yo ya les estorbaba porque denunciaba las cosas».

Una larga carrera en la Guardia Civil, donde estuvo como escolta de Franco

La actividad de Manuel Carnero como dirigente vecinal es muy conocida en la sociedad ourensana. No tanto su pasado en la Guardia Civil. Llegó al cuerpo por vocación, ya que su padre también lo había sido. «Era algo totalmente vocacional, lo llevaba en la sangre», asegura. En sus inicios le tocó estar desplazado en Asturias, donde formó parte de la escolta del dictador, Francisco Franco. «Íbamos seis compañeros y me tocó muchas veces acompañarle a sus jornadas de pesca en los ríos asturianos». En ese punto, es inevitable preguntar qué hay de cierto en la leyenda de que le ponían los peces en bandeja. Carnero aclara: «Hay algo de verdad. La noche anterior a que él fuera a pescar se hacía guardia. La zona se cerraba para que no pescara nadie y estuvieran todos los peces para él». Tras pasar por otros destinos, Manuel Carnero acabó en Ourense, una ciudad en la que asegura antes había menos problemas de delincuencia y criminalidad que ahora: «En eso hemos empeorado».

Quién es. Qué hace. Su rincón.

DNI

Quién es. Manuel Carnero Gómez. Nació en una aldea de Xunqueira de Ambía en 1944, aunque se trasladó a la ciudad en 1974.

Qué hace. Guardia civil retirado, fue presidente de la federación Limiar durante 13 años. Dirige al colectivo vecinal de la Cruz Alta.

Su rincón. «El parque de San Lázaro es la única zona de Ourense en el centro donde puedes charlar con amigos, pasear y distraerte y venir con el nieto».