Pues no hay para tanto, la verdad. Es que nos gusta exagerarlo todo y, si encima asoma por medio la posibilidad de dar leña a alguno de nuestros políticos, nos tiramos al monte y nos liamos a dar estopa sin sentidiño ninguno. Palo al mono, que es de goma, se decía en mis tiempos jóvenes (xa choveu). Pero no, no hay para tanto. Lo que es, es. Y en el texto de propuesta de acuerdo que se llevó al pleno de la Diputación, y que votaron los señores diputados provinciales lo decía bien clarito: Las nuevas tarifas generales del párking Santa María Nai, entrarían en vigor a partir del día 1 de julio de 2018. ¿Y ahora montamos un zapatisesto porque parte de esas tarifas se aplican el 15? Pero vamos a ver -que nos cegamos y no razonamos-: a partir de... viene a ser desde ese punto en adelante. Y el 15 está más adelante que el 1. Bien es verdad que igual tendrían que haber aclarado que algunas eran desde el 1 y otras cualquier otro día «a partir» de ahí. Que puede ser el 15, o el 20, o el 12 de agosto, o en 2019... Pero eso es cuestión menor. Eso no me lo discutirán. Lo importante, lo verdaderamente trascendental, es que las tarifas bajan; lo otro -cuando lo hagan a partir de esta fecha- es un pequeño inconveniente sin importancia achacable a un problema de forma, un despiste, si quieren. ¿Quién no se despista de vez en cuando? En serio, hay que ser un poco más bienpensados. Por cierto que la palabra así, como adjetivo calificativo, no existe en el diccionario -y no vean el disgusto que me he llevado, porque yo quería buscar la definición por justificar el título-. Lo que sí existe es «malpensado». Así nos va en este país; siempre inclinados a lo negativo.