El futbolista ourensano inicia su cuarto curso de granate
12 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Pontevera CF ha sido uno de los clubes más madrugadores en la pretemporada de la Segunda B y en sus filas vuelve a destacar por cuarto curso consecutivo un todoterreno ourensano, Álex Fernández. Pese a sus treinta años recién cumplidos, hablamos de un futbolista con una hoja de servicios de una docena de campañas en la categoría de bronce y que estuvo a muy poco de dar el salto a la de plata.
Con todo, sus objetivos están centrados en Pasarón: «Esta es una ciudad espectacular, el trato que me dedican a nivel interno del club es buenísimo y, lo que es complicado en estos tiempos, siempre cobras al día». Por si todo eso fuera poco, para un jugador ambicioso como fue desde niño Álex -desde que se enroló en la cantera del Celta-, el hecho de sentirse importante en el seno del equipo es una motivación añadida: «Luismi me dio la confianza y quizás los galones que me faltaban, siempre he sido un jugador que intenta ayudar al equipo, pero aquí además me siento muy cómodo».
El técnico prácticamente no movió a Fernández Barreiro de la posición de mediocentro en la segunda vuelta y se encontró con las mejores prestaciones del ourensano, que se entiende a la perfección con jugadores a los que conoce desde hace años: «Campillo, Pedro Vázquez, Mouriño y algún otro son amigos además de compañeros de equipo. Con ellos he compartido muchas vivencias agradables en el mundo del fútbol y todo resulta más sencillo».
Álex también es de los que se muestra ilusionado al escuchar los nombres que se van uniendo al nuevo proyecto granate y que pueden convertir la temporada en un desafío de los más interesantes de su carrera: «Pinta bien, están llegando nombres de jugadores con experiencia y con calidad para hacer cosas bonitas este año. A mí me gusta mucho como se organiza todo en este club, tenemos un campo impresionante y una afición que nunca falla, así que confío en que nos acompañará la suerte».
Y el jugador ourensano quiere participar de esa eclosión que atisba en el Pontevedra y no le importaría seguir varias temporadas más, aunque también está asentado en su núcleo familiar, con un hijo de 8 años y una hija de 4: «A mi familia le gusta mucho la ciudad, con mi mujer hemos puesto en marcha una empresa de estética sanitaria en Pontevedra, Vigo y Ourense, pero también pienso en los críos y les digo que algún día tendremos que volver a casa. Nunca me hubiera ido del Club Deportivo Ourense si no pasara lo que pasó, por eso ahora me gusta ver todo lo que está haciendo la Unión Deportiva. Tiene mucho mérito. Espero que se asiente pronto en Tercera y siga cosechando éxitos y creciendo. Tiene por delante un futuro brillante».