El juez archiva el caso de Socorro Pérez al no haber sospechosos

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Investigación del caso de Socorro Pérez
Investigación del caso de Socorro Pérez Santi M. Amil

El cadáver de la mujer apareció al mes de desaparecer. Apenas se pudo saber que recibió un golpe en la cabeza

21 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las diligencias judiciales por la muerte de la ourensana Socorro Pérez, cuyos restos aparecieron el 6 de junio del 2015, están etiquetadas como homicidio/asesinato desde entonces. Siguen igual, pero desde ayer pesa sobre ellas un auto de sobreseimiento provisional y archivo dictado por el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Ourense, Luis Doval, a quien una discutida actuación policial no le ha dejado otra vía. No hay indicios para señalar a ningún sospechoso.

El archivo del caso, que ha permanecido secreto durante los tres años, llega mes y medio después de que la familia de la víctima -que no llegó a personarse en la causa- lamentara la falta de una mínima autocrítica por parte de la Policía Nacional. En un primer momento, en contra de la insistencia de sus familiares, se hizo cargo de la investigación el Servicio de Atención a la Familia (SAF), suponiendo que se podía tratar de una desaparición voluntaria o de un suicidio. Bien transcurrido un mes de la desaparición, con el cadáver a la intemperie durante ese tiempo, los restos apenas aportaron información, aparte de que la muerte se produjo por un fuerte impacto en la cabeza, probablemente con una piedra. Ni siquiera se pudo confirmar la posibilidad de que la mujer, de 43 años, sufriese una agresión sexual mientras practicaba deporte por los montes próximos al seminario, por donde le gustaba correr.

La policía, que desplazó a Ourense un equipo de especialistas en homicidios para repasar y buscar lagunas en el trabajo de sus compañeros de la comisaría local, siguió varias pistas, según se desprende de las diligencias judiciales, pero en ningún caso dieron los resultados esperados.

Las pesquisas se vieron dificultadas, además, por la existencia de potentes antenas de telefonía móvil en las inmediaciones del lugar del suceso, con un radio de cobertura tan amplio que hacía prácticamente imposible la expurga. Personas con antecedentes, judiciales o policiales, por asuntos relacionados con delitos sexuales también fueron investigados, pero, según se desprende de lo actuado, el paso del tiempo fue un hándicap imposible de superar. 

El caso se puede reabrir

El archivo no condena el caso al olvido. La policía puede seguir trabajando en él, de forma que se podrá reabrir para diligencias concretas. La familia de Socorro no ha dejado de calificar su caso como «de segunda» frente a otros en los que se ha percibido un mayor despliegue de medios. En el último homenaje, el 2 de mayo, la familia relacionó la crisis interna en la comisaría de Ourense con la falta de resultados en la investigación.