«La clave es no rendirse nunca»

Jacobo rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

JOAQUIM ALBERCH

Diego Ocampo, en la misma temporada, se apeó de la ACB y logró un billete para volver

16 jun 2018 . Actualizado a las 17:54 h.

Diego Ocampo Vázquez (Ourense, 1976) ha vivido en una temporada las dos caras del deporte: la de la derrota en la ACB con el Joventut, donde fue cesado en febrero con el equipo como colista y muy cerca del descenso y la de la victoria en la LEB Oro con el Manresa, equipo que cogió a tres días de los play off y con el que consiguió el ascenso. Han sido nueve meses muy intensos en su ya dilatada carrera profesional como entrenador de baloncesto y ya mira al futuro con un claro mensaje de no dejar de aprender y mejorar individualmente para conseguir hacer lo propio con los jugadores y desarrollar el trabajo con el que disfruta día a día.

-¿Cómo valora la temporada?

-Personalmente muy dura, pero a la vez ha supuesto un aprendizaje muy bueno. Mi oficio depende claramente de las victorias y de las derrotas, pero considero que la clave es no rendirse nunca y estar siempre preparado para la oportunidad que puede llegar.

-Los peores momentos los vivió en el Joventut con los malos resultados y el cese. ¿Se lo esperaba?

-La verdad es que no porque teníamos una idea, pero hay que aceptarlo. A veces trabajas mucho y no consigues lo que te propones. En este caso el equipo es verdad que estaba tocado por algunos resultados después de tener los partidos casi ganados o con derrotas en el prórroga, pero estaba convencido de que nos salvaríamos y de hecho, al final, así fue, aunque no fuese conmigo en el banquillo porque el equipo trabajó muy bien durante todo el año.

-Y casi finalizando la temporada le llama Manresa para coger un equipo con la obligación de ascender a tres días de comenzar los «play off» y en medio de una situación convulsa en el equipo y con la afición. ¿Qué le llevó a aceptar el reto y bajar a la LEB Oro?

-Primero, considero que no todo es ACB. Para mí el baloncesto es entrenar en cualquier categoría. La situación era complicada porque además tenía un menor conocimiento de la LEB, pero a su vez me atraía el reto y volver a donde empecé. Es cierto que todo estaba un poco convulso y todo fue muy precipitado, pero ni todo es tan bueno ni todo es tan malo. Vi una oportunidad y la acepté: estaba en Gran Canaria y a tres días de empezar los play off y sin tiempo para entrenar, que es lo que considero más importante. Al final se consiguió el objetivo.

-¿Cuál fue la clave para alcanzar ese ascenso a la ACB?

-Los jugadores se han dejado entrenar y junto con la afición y el trabajo fuera de los partidos y en ellos mismos nos llevaron el ascenso. Creo que teníamos un plan y lo llevamos a cabo siempre, incluso en situaciones de máxima dificultad. Lo normal es esperar el error del contrario o hacer las cosas individualmente, pero aquí fuimos valientes y lo hicimos todo siempre en conjunto y sin movernos del plan establecido.

-¿Cómo ha vivido esa fase de ascenso de máxima dificultad y de varias situaciones límites?

-Me acordé mucho del play off de ascenso con el COB hace 17 años, que fue mi debut en el baloncesto profesional con Salva Maldonado y después de venir de entrenar a niños. Fue una situación similar, con la misma ilusión que aquella, más maduro y con diferente resultado porque allí una decisión en el primer partido hizo que todo se torciese y en esta ocasión todas las situaciones límite de final de partido las conseguimos sacar adelante y ascender.

-Volvió a la LEB Oro más de una década después. ¿Cómo se encontró la categoría?

-Claramente muy distinta y con muchas diferencias, pero en una tendencia ascendente. Creo que se está recuperando y es fundamental para la ACB y la Euroliga que lo haga superando los contratiempos económicos que fue lo que la mermó. Considero que es fundamental porque el localismo a la gente le atrae, el tener referentes locales. La prueba la tenemos ahora con seguimiento de TV3 en este último play off que fue tuvo una audiencia de un 23 % en Cataluña. La clave de la recuperación es también que ahora ya hay ascensos en la pista y en los despachos y eso es fundamental.

-Y ahora toca mirar al futuro, de nuevo en la ACB con Manresa, pero ¿con qué retos por delante?

-La clave de todo es formarse día a día, mejorar siendo humildes y no tanto el resultado si no ayudar a mejorar a los jugadores y al equipo a que juegue bien. El resultado no depende solo de ti y sí de muchos factores que no puedes controlar.

-Vuelve a la ACB y se enfrentará a dos equipos gallegos, Obradoiro y Breogán. ¿Le hace especial ilusión?

-Estoy deseando que llegue ese momento y que el COB y Coruña puedan también unirse y revivir la época dorada del baloncesto gallego. Creo que las cosas se están haciendo bien en Galicia, tanto en lo masculino como en lo femenino y es cuestión de tiempo en que lleguen los resultados, como ya se está demostrando.