El Concello de Ourense no tiene noticias de la pregunta trasladada al Consultivo para saber si puede aprobar provisionalmente el documento en Junta de Gobierno
05 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Ourense sigue atascada. Con el documento listo ya para enfrentarse a su aprobación provisional, el gobierno del PP abrió hace semanas una nueva vía para sacarlo adelante al poner sobre la mesa la posibilidad de que ese trámite se realizase en la Junta de Gobierno Local, en lugar de en el salón de plenos donde carece de la mayoría necesaria para aprobarlo.
Esa posibilidad se sustenta, según los populares, en un cambio normativo y con la entrada en vigor de la nueva ley del suelo de Galicia. Los populares solicitaron sendos informes al secretario municipal y a la asesoría jurídica. El primero de ellos determinó que la potestad es el pleno, mientras que el segundo eludió entrar en el fondo de la cuestión al entender que podía generar inseguridad jurídica. La tercera consulta, y quizás la más determinante, fue remitida al Consello Consultivo de Galicia. Sin embargo, el Concello de Ourense todavía no ha recibido respuesta. Según trasladó el concejal de Urbanismo, José Jesús Cudeiro, a los grupos de la oposición en la última junta de área todavía no tienen noticias de este órgano independiente. De hecho, ni tan siquiera tienen constancia de si su petición ha sido admitida a trámite. La pelota sigue, por tanto, de tejado en tejado
El documento firmado por el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, solicita un informe del Consultivo sobre cuál es el órgano competente según la legislación urbanística de Galicia para adoptar la resolución o el acuerdo que proceda en relación con el trámite de aprobación provisional del PXOM. Las dudas se cimentan, según los populares, en que la nueva normativa no indica expresamente que el plan deba aprobarse provisional o definitivamente por el pleno, sino por «o órgano competente municipal». Estas dudas, aclaran los populares, surgieron del jefe de servicio de Planeamento e Xestión Urbanística del Concello de Ourense. Nada más conocerse la intención de los populares de elevar consultas al Consello Consultivo, la oposición les acusó de querer usurpar competencias al pleno. El concejal de Urbanismo y el alcalde de Ourense salieron rápidamente para justificar la petición del informe y puntualizaron que, en todo caso, la aprobación definitiva se realizaría en el pleno. Estos argumentos no convencieron, ni mucho menos, a los grupos de Democracia Ourensana, PSOE y Ourense en Común.
Sin rastro de consenso
El PP busca agotar todas las vías para sacar adelante un documento sobre el que no hay consenso. Democracia Ourensana alega que existen fuertes pelotazos urbanísticos para denegar su apoyo. El otro grupo que tendría la llave para su aprobación sería el PSOE, que fue quien inició su tramitación de la mano de la anterior concejala de Urbanismo, Áurea Soto. Los socialistas, sin embargo, acusan a Jesús Vázquez y Cudeiro de darles el «cambiazo» con el documento. Ourense en Común también se ha mostrado contrario a las modificaciones introducidas.
Antes de someterlo a aprobación definitiva, la Xunta tiene que validarlo
Una vez que la administración local, en este caso el Ayuntamiento de Ourense, logra aprobar de forma provisional el documento, la normativa indica que debe de ser transmitido a la Consellería de Medio Ambiente. El departamento autonómico tiene un plazo de un mes para su análisis para detectar posibles anomalías. En este paso puede suceder que la Xunta requiera la subsanación de deficiencias o dar luz verde para su aprobación definitiva. En caso de que no haya una respuesta en un plazo de tres meses se produciría un silencio administrativo que también dejaría la puerta abierta a su entrada en vigor. Para el último tramo el PP asegura que sí está claro que debe ser el pleno quien lo valide.