A setenta metros sobre suelo ourensano

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

Trabajar en el edificio más alto de la capital requiere de buenas medidas de seguridad y de ausencia de vértigo

13 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En julio de hace un año comenzaron los trabajos de rehabilitación de la fachada del edificio más alto de la ciudad y uno de los más emblemáticos. La empresa ourensana Sispavitec se marcó como objetivo llegar al 2019 -la obra de la Torre cumplirá 50 años- con el trabajo terminado. Y será así. Durante este tiempo, los ourensanos se han ido acostumbrado a los andamios que de forma paulatina, como si el ritmo lo marcase un reloj, van apareciendo y desapareciendo. Todo tiene un por qué. Trabajar en altura, a setenta metros del suelo, requiere de una planificación concreta. Y, en esta ocasión, así ha sido. Manuel López Pérez, gerente de la empresa, explica: «Es como un trabajo normal y corriente, como en cualquier edificio, pero como se te olvide un martillo o un destornillador y tengas que bajar setenta metros.... Hay que hacer una gestión de obra muy buena». Aunque pueda parecer extraño, lo peligroso y costoso no está siendo el trabajo que se está realizando en la fachada del edificio -saneado completo, lijado, reparación de estructuras y nuevo acabado de las piezas metálicas-, lo verdaderamente complicado es la instalación de los 12.000 metros de andamio que requiere la obra. Para montar un único lado de 70 metros de altura son necesarias dos semanas de trabajo. «Hay que estar formado y tener unas medidas de seguridad un poco más altas que en otro lado. El andamio está preparado para trabajar dentro de él sin que te caigas, tiene una estructura cerrada. Otra cosa es su montaje. Eso sí que tiene que tener unas medidas de seguridad extremas», destaca Manuel López. Hay que tener en cuenta, además, la estación del año y la climatología del momento: Ya está finalizada la parte sur, hay una pequeña parte oeste acabada -la que repercute en el hotel-, en la actualidad trabajan en la este y en el verano terminarán con la zona norte. «Si las condiciones meteorológicas son muy adversas, con viento y lluvia, no puedes trabajar, como ocurrió varios días del mes de marzo. Pero aprovechas para hacer otras cosas», explica.

La experiencia de la empresa ha sido básica para dar comienzo a una rehabilitación pendiente desde hace varios años. «Es una responsabilidad porque te está mirando todo el mundo, todo Ourense. Si lo haces bien, vas a estar en boca de todos, pero como lo hagas mal.... El nivel de exigencia es muy grande», dice. Los resultados ya se están viendo.

«Siempre pensaba: ?Cuando tenga que rehabilitar la Torre, me retiro?»

La empresa Sispavitec tiene experiencia en rehabilitaciones de edificios importantes, no solo en Ourense sino de otros puntos de la geografía española. Pero para Manuel López el encargo de la Torre tiene algo de especial. «Siempre pensaba: ?Cuando tenga que rehabilitar la Torre, me retiro. Pero no va a poder ser?», ríe. Habla de la espectacularidad del proyecto y se pregunta cómo hace 50 años, sin los medios técnicos ni mecánicos de ahora, se pudo construir el edificio: «He sacado mucha documentación de fotos antiguas y me parece espectacular, un trabajo en el que la mano de obra fue muy importante». Lo que no encontró fueron referencias del color exacto de la parte metálica. Así que fueron necesarias muchas pruebas antes de dar con el original. «Cuando la gente vea el resultado verá el mismo color que tenía cuando se inauguró», afirma. Y explica que el estado no era en general demasiado malo, aunque sí se notaba el paso del tiempo en algunas placas que tuvieron que ser retiradas y cambiadas por completo.