La Subdelegación del Gobierno abrió sus puertas para mostrar al ciudadano cómo se trabaja en sus servicios
10 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La Subdelegación del Gobierno, regio edificio de los años cincuenta, tiene en su interior mucha vida y funciones desconocidas para el ciudadano. Por ello, por primera vez, se organizaron unas jornadas de puertas abiertas para recorrer la «casa que es reflejo del Estado», según definió el subdelegado, Roberto Castro. El secretario general, Manuel Arias, guio a los visitantes por los distintos servicios. En la planta baja están los más utilizados por el público, como Extranjería, donde los residentes no nacionales tienen que renovar sus tarjetas. También los funcionarios que ayudan a los españoles que emigraron y cobran pensiones de países que les exigen periódicamente el envío de documentación como fes de vida. Asimismo, están las oficinas de sanciones administrativas. El Estado recauda en Ourense más de dos millones de euros, detalló Arias.
Más arriba, está el salón de tronos y el despacho del subdelegado. En la tercera planta, se cedió un espacio a la dirección técnica de la Confederación Hidrográfica Miño Sil. Desde allí se coordina el volumen de agua que se suelta de las presas.
En la cuarta planta, se sitúa el área más interna, con personal que se ocupa de los recursos humanos de la administración periférica del Estado. Allí se supervisa la legalidad de los actos de los Concellos. Otra sección es la de autorizaciones administrativas, para manifestaciones, permisos de explosivos -ingentes por las obras del AVE- o armas. Es un servicio «delicado», precisó Arias. También la unidad de Protección Civil y Agricultura. Esta organiza la distribución de comida que reciben, según listado nominal, 12.500 personas a través de Banco de Alimentos o Cruz Roja. Coordina el envío de medios del Estado, como la UME, cuando hay incendios que llegan a poblaciones o los planes de vialidad invernal. Un visitante, Carlos Estévez, opinó que la subdelegación «está ben xestionada e o traballo, ben repartido».