«La violencia de género queda en el ámbito personal muchas veces»

pepe seoane OURENSE / ALA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

«Afortunadamente son muchas las mujeres que se atreven a denunciar. Ya no impera la ley del silencio»

06 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Vocal de la junta de gobierno del Colexio de Avogados de Ourense, Fátima Salgado Carbajales (Ourense, 1974) tiene entre sus cometidos el de lograr la mayor eficacia del turno de oficio, particularmente del grupo dedicado a los casos de violencia de género. «Aparte del turno general, tenemos menores, extranjería y vigilancia penitenciaria. El de violencia de género fue creado por la necesidad que surge con la aprobación de la Ley 1/2004. Requiere especialización, con formación específica y continuada».

-¿Algún rasgo particular de la violencia machista en Ourense?

-Ninguno. Por desgracia, esta lacra tiene los mismos efectos y consecuencias con independencia del lugar donde se produzca.

-¿Cada ve hay más casos?

-Es difícil saberlo, habida cuenta de que tan lamentable situación queda dentro del ámbito personal en muchas ocasiones. Lo que sí han aumentado son las denuncias y ello porque, afortunadamente, son muchas las mujeres que se atreven a denunciar y ya no impera el silencio. El mensaje ha de ser claro: toda mujer víctima de violencia de género ha de denunciar los hechos para que no queden impunes.

-¿Comparte la sensación de que cada vez aparecen personas más jóvenes, incluso menores, con actitudes o reacciones machistas, con violencia física o no?

-Es cierto que en la población más joven se detectan actitudes y reacciones machistas. La educación es esencial para poder erradicar esta lacra desde la base.

-¿Diría que hacen faltan más ayudas para las víctimas?

-Lo ideal sería que no existiesen víctimas de violencia de género, claro, pero, siendo realistas, hay que ayudarlas con todos los medios necesarios. Porque las hay y están ahí. No es cuestión de que sea aceptable o no el nivel de petición de ayudas, sino que la clave está en ofrecer todos los medios para ayudarlas y ampararlas. Puede ser que algunas mujeres no hayan dado el paso para poner fin a su situación personal y por ello resulta importante ofrecerles todos los medios para su protección.

-Se ven muchas sentencias absolutorias, porque los acusados callan, o niegan, mientras las víctimas, una vez en juicio, se acogen al derecho a no declarar con el evidente objetivo de proteger a los imputados. Y aunque exista la sospecha razonable de que hubo agresión, al juez no le queda sino absolver. ¿Se le ocurre alguna reflexión?

-En este tipo de cuestiones lo importante es transmitir a las víctimas que han de continuar con su denuncia hasta el final. Tema importante son los hijos menores y la situación económica posterior de las víctimas, por lo que es significativo señalar que aunque hay ayudas, estas deberían ser de más calado.

-¿Qué parte de la violencia machista llega a juicio? ¿Sería posible aventurar un porcentaje? ¿Quedan impunes muchos casos, aún hoy, pese a los evidentes avances en conciencia social?

-La sociedad está concienciándose muy lentamente, a pesar de la gran importancia social que tiene este asunto, en Ourense son muchos los asuntos que finalizan con sentencias condenatorias,

-¿Las mujeres agredidas tienen suficiente protección una vez que se atreven a denunciar?

-La protección nunca es suficiente. Lo ideal sería que no hiciera falta porque no existieran estos delitos, pero la realidad es que siempre hace falta más, tanto en el plano personal como económico, así como de protección. Se ha avanzado en este terreno, es verdad, aunque aún falta mucho para estar en una situación de protección máxima.

-¿Los casos de mujeres que denuncian en falso, para tomar ventaja en situaciones de divorcios contenciosos, por ejemplo, o para perjudicar a sus parejas, son significativos o episodios aislados, en su opinión?

-Cuando una mujer presenta una denuncia por violencia de género se instruye una causa y es ahí donde se ha de probar la existencia o no del delito. En el supuesto de que fuese falsa la imputación se iniciaría un procedimiento contra esa persona por falso testimonio, como sucede en cualquier otro asunto en donde se haya faltado a la verdad.

«En el turno de oficio no se puede elegir al cliente, es un servicio público»

La reciente sentencia de la Audiencia de Navarra sobre el caso de La Manada ha sido motivo de duras críticas. La polémica sobre el fallo y la crítica a la valoración también llegó a Ourense.

-España tiene que adaptar su legislación nacional a lo dispuesto en el Convenio de Estambul, que califica como violencia sexual todo acto sin consentimiento. Dicho esto, a pesar de que personalmente no estoy de acuerdo con el fallo, en el plano profesional no puedo opinar cuando no tengo conocimiento de todo lo instruido y de las pruebas existentes, solo por la mera lectura de una sentencia, máxime cuando aún quedan dos instancias superiores a las que pueden recurrir las partes. La sociedad ha de saber que tenemos una legislación y que los magistrados no pueden salir de ese marco legal. Los cambios normativos en este y otros delitos han de llevarse a cabo.

-Volvamos al turno de oficio. Un abogado puede elegir en su despacho privado clientes y asuntos, eso está claro. Pero, si tiene problemas de conciencia para defender a un presunto violador, por ejemplo, ¿podría renunciar, o debería dejar el turno?

-En el turno de oficio no se puede elegir al cliente, sino que a un ciudadano o ciudadana le asignan un letrado de oficio. En el turno penal no están permitidos los problemas de conciencia por lo que se ha de defender un asunto hasta el final y aunque dejase el turno de oficio los asuntos ya asignados hay que finalizarlos. Hay que tener en cuenta que no son clientes particulares en donde, efectivamente, sí puedes decidir si llevas o no un pleito. Esto es un servicio público, en el que no se puede elegir qué y a quién defender. En el Colexio de Abogados de Ourense tenemos unos grandes profesionales en el turno de oficio, que desempeñan su trabajo defendiendo a los clientes con total independencia de sus pensamientos personales.