Ourense precinta la Alameda para tratar de erradicar el botellón

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La medida busca evitar también los actos vandálicos en la zona junto a la plaza

29 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los daños provocados por los actos vandálicos durante los fines de semana y el problema de salubridad que supone el botellón provocaron que el Concello de Ourense haya decidido precintar la Alameda durante las noches de del jueves al sábado y las vísperas de festivo. El objetivo principal es disuadir a los jóvenes de que acudan masivamente a ese punto de la ciudad para hacer botellón. Es una medida que comenzó en la noche del jueves y que se mantendrá de momento de manera indefinida.

La decisión del gobierno busca también evitar los problemas de convivencia entre el botellón y los placeros. La asociación de comerciantes de la Praza de Abastos llegó a presentar un escrito en el Concello de Ourense reclamando el cierre de la zona por las noches para evitar que cuando se quite la estructura metálica de las obras, se produzcan problemas. El botellón supone un inconveniente por los vidrios y plásticos que acaban abandonados en la vía pública, que además pueden convertirse en un problema de seguridad cuando hay cristales rotos; pero también porque las fiestas con mucho alcohol en la calle suelen ir aparejadas con vomitonas y orines, lo que se convierte en un inconveniente para los comercios cercanos a la hora de tener que levantar la verja por la mañana.

También, en ocasiones, la situación deriva en actos vandálicos. La resaca de una de las últimas noches de botellón en la Alameda supuso un nuevo gasto para el Concello, al aparecer rotos los cristales de la valla que hay en la parte posterior de la Alameda. No es un tema baladí, según destacaba el alcalde, Jesús Vázquez, al mostrar las imágenes de la reparación. «Os gastos que lle supón o vandalismo ás arcas municipais supera os 300.000 euros anuais», explicaba el regidor.

Las dos primeras noches fueron tranquilas. Los agentes de la Policía Local que se encargaron de vigilar la zona no tuvieron incidencia alguna. Pero lo cierto es que tampoco hubo demasiado movimiento en la calle. En cambio, la Policía Local sí recibió alguna llamada por ruidos en viviendas, aunque nada fuera de lo habitual.

Un punto concreto

La Alameda es el lugar por referencia elegido por los jóvenes de la capital para beber en la calle. Es un espacio amplio (mide más de 10.000 metros cuadrados) con capacidad para reunir a mucha gente, está lejos de la acera -lo que evita las miradas de los transeúntes- y está en pleno centro de la ciudad, lo que facilita que los chavales puedan acercarse hasta la zona andando, y desde ahí moverse también caminando hasta los bares.

Es el punto más multitudinario, aunque no el único en el que se ha detectado botellón. También es frecuente la imagen de jóvenes (en grupos más reducidos) bebiendo en la praza Padre Feijoo, aunque en este caso la cercanía a casas y al estar en plena zona peatonal resta intimidad.

Los comerciantes de la Praza de Abastos pidieron que se cerrara la zona por la noche

El Concello gasta 300.000 euros al año en reparar los destrozos de los vándalos