Medio siglo después de la gloria

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

CEDIDA

Nadie ha igualado aún en categoría nacional la liga de 30 partidos con 30 triunfos en el curso 1967/68

29 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Que al desaparecido Club Deportivo se le recuerda con nostalgia es un hecho. Y en una ciudad que ahora enfoca sus ansias balompédicas al deseado ascenso del club que nació en las gradas de O Couto, por iniciativa de sus aficionados, no podía faltar la alusión continua a la efeméride de aquel antepasado que paseó por un torneo de Tercera División, dominándolo con treinta victorias en otros tantos compromisos ligueros.

En aquel curso 1967/68, el fútbol era el pasatiempo nacional con mayor calado en las tardes de domingo y el coliseo capitalino (entonces conocido como Estadio José Antonio) no escapaba de esa norma, porque el equipo rojillo venía de una época de bonanza en los primeros Sesenta. Entonces había atacado el ascenso a la Primera División, compitiendo de tú a tú con el Celta y el Deportivo. Esa serie de buenas temporadas terminó, sin embargo, con el descenso en la 1964/65. La decepción fue notable porque el salto de calidad era brutal y, además, en los catorce grupos de la categoría de bronce, debían salvar una promoción tras la fase regular.

La llegada de Florencio Álvarez a la presidencia le dio un impulso a un club que logró un campeonato y un subcampeonato, aunque sin suerte en las eliminatorias de ascenso. Se había pasado de un millar a superar la barrera de los 3.500 socios y, en el terreno deportivo, un exjugador como Fernando Bouso se asentó en las tareas de técnico. Así, a futbolistas de la talla de Ángel, Varela, Lozano, Pombo, Seara, Paredes, Astigarraga, Cortés, Carballeda y Pataco se unieron en el verano de 1967 los arqueros Roca y Esnaola, como Pito y Túnez. Este último subrayó recientemente: «Fue un año espectacular, con un gran ambiente en el vestuario y tampoco fue mal en el aspecto económico, porque no hacíamos más que cobrar primas».

Los números cantaron: Una sólida defensa y un ataque demoledor encabezado por el carballiñés Carballeda -autor de 32 dianas- y Pataco, que firmó 19 antes de llamar la atención del Atlético de Madrid. A la postre, 98 goles a favor y solo siete en contra. En el barrio de O Couto, cada partido era una fiesta y no lo fue menos la del último desplazamiento a Santiago, para visitar al Compos y completar la hazaña. Prácticamente ninguno de los futbolistas ha podido apartar de su memoria aquella tarde, como lo reconocieron en el pasado 2014, cuando fueron reunidos en O Couto buena parte de ellos, en el rodaje del documental de Carlos Bermello y Luis Baños, 30 Partidos, 30 Victorias.

Desde entonces, han podido establecer un contacto más fluido y recordar una tarde en la que viajaron hacia Santiago quince autobuses y un gran número de coches particulares. Incluso Televisión Española grabó el encuentro para confeccionar un amplio reportaje, después de plantear la opción de emitir por primera vez en directo un partido de Tercera División. Buena parte del país estaba pendiente.

En los prolegómenos del choque, se anunció la renovación de Bouso, una gran alegría para la afición local, sabedora de que las ofertas eran numerosas para el entrenador, en una campaña a la que solo le faltaba un triunfo más como colofón. La hinchada rojilla se dejaba ver por las calles compostelanas desde la matinal, pero fue a las 16.30 horas cuando se leyó por los altavoces un once que aún emociona a los seguidores ourensanistas: Roca; Varela, Astigarraga, Paredes; Ángel, Pito; Cortés, Seara, Carballeda, Pataco y Túnez. Fue este último, el extremo manchego, el que marcó en el minuto 42 y a aquella escuadra de récord ya no le tembló el pulso durante la segunda parte.

La maldita promoción volvió a ser fallida, aunque el ascenso sí fue efectivo en la campaña siguiente. Los treinta triunfos fueron el magro de una racha de 67 partidos sin perder, que comenzó en marzo de 1967 y concluyó en abril de 1969. Glorioso Ourense.