La secretaria xeral para o Deporte y el alcalde departieron con los mitos ourensanistas en el consistorio
26 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Está a la vuelta de la esquina el cincuentenario de una fecha épica en la trayectoria del inolvidable Club Deportivo Ourense. Fue el 20 de abril de 1968 y los hombres de Fernando Bouso se impusieron 0-1 en Santa Isabel al Compostela. Era la trigésima victoria en otros tantos partidos de Tercera División, un logro aún inalcanzable en categoría nacional y el delirio de miles de aficionados que peregrinaron hasta Santiago, hablando de fútbol y disfrutando como nunca del deporte rey.
Carlos Bermello, autor del documental que contó aquella epopeya deportiva, volvió a reunir ayer a siete de los hombres que la protagonizaron y podían acercarse hasta la casa consistorial ourensana. Carlos Couceiro Pataco, Pepe Carballeda, José Soage Pito, José Francisco Lozano, Manolo Conde, José Arturo Rodríguez Buján y Adolfo Estévez Oñate encandilaron con su humanidad y los recuerdos de aquellos tiempos a Marta Míguez (secretaria xeral para o Deporte), Jesús Vázquez (alcalde de Ourense), Mario Guede (concejal de Deportes) y otras figuras de la organización deportiva, como José Manuel Fernández y Raúl Rois (Federación Galega de Fútbol) y Manuel Pérez (Servizo Provincial de Deportes de la Xunta). Incluso un hombre de fútbol como José Ricardo, exdelegado del Celta de Vigo, pudo disfrutar de una mañana plena en anécdotas.
Sin ir más lejos, un mago del balón como el veterano Pataco llegó a ocupar el sillón reservado para el regidor municipal en el salón de plenos. Y sus compañeros no se quedaron atrás, porque también se sentaron a su lado. Y es que el interior que poco después del 30 de 30 se enfundó la camiseta colchonera del Atlético de Madrid fue claro hace muy poco en estas mismas páginas, al asegurar: «Fue una pena que no se buscara una alternativa para salvar al Ourense».
El futbolista de Covadonga también recordaba la habilidad del carballiñés Carballeda para cabecear a gol. Era su compañero más resolutivo en la vanguardia y ayer también disfrutó rememorando el ambiente que se vivió en Santa Isabel, justo donde su camiseta con el número nueve desapareció por arte de magia al terminar la contienda.
Incluso el edil de Deportes, Mario Guede, pudo aludir a sus sensaciones en aquella jornada desde la grada, poco después de que el alcalde expresara su orgullo y el de sus vecinos por una hazaña que ha perdurado a través de los años en una ciudad que ha sufrido mucho con sus equipos, pero que también disfrutó de un éxito sin parangón en todo el país.
Ayer solo faltó la guinda del desplazamiento de Fernando Bouso, cuya salud y, sobre todo, sus 85 años impidieron el viaje desde la asturiana villa de Llanes. Fue una nueva oportunidad para saborear un balompié de otra época, la ourensanista.