Un médico accedió de forma irregular a la ficha ginecológica de su esposa para el divorcio

La Voz OURENSE

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Álvaro Vaquero

Acusado de revelación de secretos, evitó el juicio y la petición de dos años y medio de cárcel, al ser perdonado

26 abr 2018 . Actualizado a las 08:08 h.

Aprovechó un acusado su condición de médico en un centro de salud para acceder a documentación confidencial de su esposa, con quien en el año 2015 estaba enfrentada en un proceso de divorcio contencioso. Por aquella actuación ha vivido hasta ayer con la posibilidad de una condena, que finalmente evitó al haberle perdonado la mujer aquel proceder.

Porque el médico no solo obtuvo unos informes a los que no debería haber tenido ocasión de llegar, sino que los aportó cuando apeló ante la Audiencia Provincial de Ourense la primera sentencia de divorcio. Este proceder dio lugar a una acusación formal por un delito de revelación de secretos y a una petición de condena de dos años y seis meses de prisión, con la inhabilitación especial de empleo en el ámbito sanitario asistencial de práctica de la medicina o cargo público durante ese mismo período. El perdón de la víctima frenó una eventual condena y el asunto quedó zanjado con una sentencia absolutoria por parte del Juzgado de lo Penal número 2 de Ourense. El conflicto, no obstante el acuerdo entre las partes, llevó ayer al edificio judicial a los testigos convocados por las partes. No llegaron a entrar, aunque sí lo hizo el implicado. El acuerdo previo puso fin al procedimiento.

El acusado, exculpado desde el día de ayer, se había apoderado de una serie de documentos que formaban parte de la historia clínica de la mujer de quien en el año 2015 se estaban divorciando. No era una separación amistosa. La fiscalía no podía acreditar las fechas, pero sí mantenía que el proceder de este hombre tenía el fin de atentar contra el derecho a la intimidad de quien había sido su esposa. Abusaba de su posición en la administración.

Centro de Planificación

Los documentos, según precisaba el escrito de acusación de la fiscalía, se encontraban custodiados en el archivo del Centro de Planificación Familiar. Los informes de laboratorio de los años 1999 y 2000 correspondían a un estudio hormonal y a un diagnóstico de amenorrea, con un tercer documento correspondiente a la ficha ginecológica de la mujer. El efecto que pudiera tener en el procedimiento era imprevisible, pero la irregularidad quedó confirmada con el siguiente paso.

Con los documentos en su poder y, según recogía la fiscalía en su escrito de acusación, el implicaba trata de perjudicar a la mujer que había sido su esposa. Intentó aportar los informes como prueba en el divorcio contencioso en el que estaban sumidos. Rechazados en primera instancia y con una sentencia que no era favorable a sus pretensiones, apeló a la Audiencia Provincial, órgano al que aportó esos documentos en julio del 2016.

La condena que proponía el fiscal, que retiró la acusación al haber renunciado la perjudicada de una manera expresa, añadía a la pena de prisión y a la inhabilitación, una petición de multa de dieciocho meses a razón de seis euros diarios, es decir, un total de 3.240 euros. El ministerio público no había hecho propuesta alguna de indemnización económica a favor de la perjudicada por el proceder de este profesional de la medicina.