El 27 % de las inspecciones de edificios tienen un resultado desfavorable

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Alex Carausan

Los cambios normativos dificultan al Concello de Ourense para tomar medidas

21 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que entró en vigor la obligatoriedad de que los edificios de la ciudad de Ourense pasen una inspección técnica, el volumen de ciudadanos que cumplen con este requisito ha ido de forma paulatina en ascenso. Cierto es que son muchos los que llegan tarde al calendario programado por el Concello de Ourense, que estableció un cronograma para la revisión de los inmuebles en función de su año de construcción. Los más antiguos eran los primeros que tenían que pasar esta especie de ITV para casas.

Según los datos facilitados por el concejal de Urbanismo a los grupos de la oposición en una junta de área, en el año 2017 fueron un total de 1.536 inmuebles los que pasaron por este trámite. De todas ellas, un total de 421 arrojaron un resultado desfavorables. Es decir, el 27 % de las viviendas analizadas por expertos independientes tenían que acometer alguna mejora para recibir el visto bueno.

El titular de Urbanismo, José Jesús Cudeiro, explicó a los concejales de la oposición que el nuevo marco normativo generado a raíz de la reforma de la Lei do Solo de Galicia. De hecho, a preguntas de Ourense en Común sobre los pasos a seguir por el Concello cuando una ITE arroja un resultado negativo, la respuesta del edil popular giró en torno a los problemas con que se encuentran los técnicos municipales para aplicar sanciones sin un marco normativo que los ampares después de la declaración de anticonstitucionalidad en el marco estatal y la variación de la ley gallega.

A lo largo del año 2018, los inmuebles que deberían de realizar la revisión son los construidos entre 1981 y 1986.

«Es razonable que tengas que hacer un mínimo mantenimiento en viviendas»

Los arquitectos son uno de los colectivos profesionales que están capacitados para realizar la ITE, que debe de ser gestionada de forma directa por el propietario y encargarse de realizarla en plazo. En el caso de comunidades, lo normal es que ese trámite corra a cargo de la gestoría. Una vez que se contrata, los responsables de realizar la ITE visitan la vivienda y elaboran un informe. Si es positivo, se entrega en el Ayuntamiento y tiene una validez de diez años. Si hay algo que corregir, hay dos posibles escenarios. Si se trata de una obra urgente debe de acometerse de forma inmediata. En el caso de que sean cuestiones menores, el informe debe de estimar un plazo.

Pablo Noya, de López y Noya Arquitectura y Urbanismo, explica que se encuentra con dos tipos de clientes: «Está el que lo considera un trámite necesario y le parece que es algo razonable, y después también está quien cree que es algo impuesto y que toca pagarlo y punto, como si fuera una tasa más».

Entre las cuestiones que están bajo la lupa de los expertos se encuentra la seguridad interior y exterior de la vivienda. Donde aparecen irregularidades con más frecuencia es en cornisas y en cubiertas. «Los elementos volados son los que dan más problemas», explica.

En cuanto a las tarifas, el sector se encuentra totalmente liberalizado y la competencia es alta. En todo caso, existe un baremo marcado por el Colegio de Aparejadores que suele utilizarse como base, en función de los metros cuadrados de la vivienda.

A la hora de justificar la necesidad de pasar esta revisión, Pablo Noya explica: «La vivienda tiene una vida útil de noventa o cien años y la gente piensa que siempre va a estar en perfectas condiciones, pero es razonable que tengas que hacer un mínimo de mantenimiento sobre ella. La ITE va a ser cada vez más exigente y, por ejemplo, en algún momento llegaremos a ver mediciones de radón».

Sobre si la gente hace los deberes con tiempo, el especialista señala que depende mucho de si es una vivienda particular o si es una comunidad de propietarios.