El fiscal descarta el acoso laboral del presidente del consello del Ribeiro a la exgerente despedida

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

La afectada rechazó 9.000 euros y acudió al juzgado de lo social para reclamar la nulidad de la medida

12 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera interpretación independiente sobre la decisión del consejo regulador del Ribeiro, que en diciembre despidió a quien hasta entonces era su gerente, Cristina Alcalá, coincide con la posición que mantiene el órgano que rige esta denominación de origen. A la vista del caso por despido que se sigue en el Juzgado de lo Social número 1 de Ourense, por despido y supuesta vulneración de derechos, asistió un representante del ministerio público. El fiscal, cuya opinión es ajena a las partes, dejó claro que no ve el acoso laboral que denunciaba Alcalá, ni tampoco las presuntas faltas de respeto y el acoso que apuntaba en la demanda. Concluye, por ello, que la medida adoptada por mayoría del consejo regulador el 14 de diciembre del 2017, es un «despido improcedente de libro». Aun siendo relevante la opinión del fiscal, la decisión corresponde al titular del Juzgado de lo Social número 1 de Ourense, Francisco Javier Blanco, que es quien firmará la correspondiente sentencia.

El consejo regulador admite que se trata de un despido improcedente. La exgerente tenía contrato en vigor, pero la relación entre el presidente y la exgerente era imposible. La incompatibilidad de caracteres resultó determinante. La relación fue tensa desde el primer momento, desde antes incluso de la toma de posesión de Juan Casares. En el acto de conciliación previo al juicio, ofertó el consejo regulador el pago de 9.041 euros, que es la cantidad que le corresponde como indemnización, de acuerdo con sus cálculos. No hubo acuerdo. Pretendía Alcalá un despido nulo y la declaración expresa de vulneración de sus derechos. El fiscal no lo ve de ese modo. La sentencia, no obstante, la dicta el juez.

Los supuestos gritos de Casares a Alcalá no los escuchó ninguno de los cuatro testigos que asistieron a la vista. Ni el expresidente Felicísimo Pereira, que confesó haber trabajado totalmente a gusto con la exgerente, ni el vocal del consejo José Manuel Martínez Juste, que es uno de los dos que votaron contra el despido en la sesión del 14 de diciembre, ni tampoco las dos empleadas del consejo citadas. Fue una de ellas testigo de cómo el presidente le dijo en el despacho que debía ir a una reunión del Instituto Galego do Viño, a lo que ella se negó. No acudió. «Impuso su voluntad a la de su propio jefe», según subrayó el abogado del consejo, que resumió el conflicto asegurando con la entrada del nuevo presidente del consejo en el verano del 2017, trató de seguir «llevando las riendas», «no entendió» el cambio y fue despedida. Sin más complicaciones.

La abogada de la demandante, contrariamente, mantiene que fue despedida a raíz de que ella reclamara consideración en el trato y que se pusiera fin a una progresiva marginación, recorte de funciones y trato degradante. A modo de ejemplo, valoró como un claro ejemplo de acoso que en un solo día hubiera hecho la misma petición hasta cinco veces, siendo una petición inatendible.

De las presiones de «altas instancias» a la actual deuda de 900.000 euros

Se mostraron presidente y exgerente tan prudentes que ni se propusieron para declarar. Ella asistió en silencio a la vista. Él llegó al edificio judicial sobre las tres y cuarto de la tarde, recién rematadas las intervenciones. Antes, en la sala de vistas, el letrado del consejo resaltó que la gestión de la exgerente no había sido tan brillante como se decía, pues la deuda del consejo se había elevado hasta 900.000 euros. La renovación del contrato de una trabajadora fue también motivo de controversia. Estaba de baja por maternidad el pasado verano. El anterior presidente optó por su despido, al considera que la sustituta era mejor, según afirmó ayer. Pero no se concretó, pues el nuevo presidente intervino para pedir que se frenara la medida, pues así lo pedían «altas instancias».