Se agota el curso académico y en las aulas del fútbol ourensano todavía quedan muchas asignaturas que aprobar, aunque como reiteran muchos técnicos y directivos, al final una Liga te sitúa en el lugar que mereces.
Valga el ejemplo de un Centro de Deportes Barco que ya se ha ganado el sobresaliente, por hacer los deberes con antelación y por cumplir con todo su programa académico. Pero ¿alguien duda que los discípulos de Javi Rey aún van a por la matrícula de honor de la promoción de ascenso? Pues eso, que lo disfrutan.
También aprobó con nota un Ourense CF que quizás pensó incluso en desafíos más ambiciosos en algún momento de la campaña. Sabía muy bien -en todo caso- que la promoción a Segunda B era un premio al alcance de pocos y vale seguir creciendo poco a poco.
En O Carballiño, se encandilaron con las notas del Arenteiro en los primeros exámenes y puede que eso haga más duro el ver a los hombres de Manel Vázquez peleándose, con el Barbadás, para atar una permanencia encarecida por los problemas de los gallegos en la categoría de bronce. En un torneo con cuatro descensos, los arrastres del Cerceda -casi seguro-, junto a los agobios del Racing y el Pontevedra, son todo un lastre.
El ascenso a Tercera, en cambio, es una nota autoimpuesta por la UD Ourense y eso siempre dificulta la expectativa. Lo sabe un Fernando Currás curtido en hazañas. También se situó en esa lanzadera un Bande que sigue en la pelea, como el Nogueira de Ramuín, que no se resigna a bajar, mientras el Ribeiro daba la cara, aunque la novatada resta puntos en la nota.