«O deporte é algo fundamental para a educación da xuventude»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

Jugador, entrenador y profesor, Blanco Cadahia es un referente deportivo en Ourense

11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin él sería difícil entender que, de un colegio como el Mestre Vide, salgan campeones de tenis y bádminton a nivel autonómico o incluso nacional. Celso Blanco Cadahia es un referente en el deporte ourensano. En una semana normal, según explica, el domingo y el lunes hace tenis, el martes bádminton, el miércoles de nuevo tenis, el jueves bádminton otra vez y el viernes y el sábado, descansa, aunque confiesa que es habitual que los viernes juegue con algunos de sus alumnos más destacados. Y algo bueno debe tener tanta actividad si uno se fija en la foto que acompaña a esta información y piensa que Celso tiene 64 años.

Aunque nació en Chantada (Lugo), no recuerda nada de allí porque, antes de que él tuviese dos años, su familia se trasladó a Barra, en Coles, y más tarde a Cudeiro. Estudió en el Seminario y sacaba buenas notas, pero la decisión de convertirse en profesor fue casi por eliminación. «Cando acabei o bachillerato, meu pai díxome: ‘Xa estudaches bastante’. Por motivos económicos eu non podía ir a Santiago e entón fixen Maxisterio aquí en Ourense», cuenta.

Viéndolo ahora parece mentira que dedicarse a la educación no fuese algo vocacional para él. Se mueve por el colegio Mestre Vide, donde trabaja desde el año 2005, como si fuese su casa. Ahora es el secretario del centro y pasa allí bastantes más hora de las que le corresponderían. Aunque se sacó la oposición por la rama de matemáticas, dice estar feliz de que finalmente la especialidad que desarrolló fuese la de educación física. Dio clase en escuelas unitarias y en colegios de Cortegada o Viana do Bolo antes de llegar al Mestre Vide y recuerda con especial cariño su etapa en Xunqueira de Ambía. Allí entregó a un equipo de baloncesto que, sorprendentemente, logró ser campeón provincial frente a conjuntos con una importante tradición en este deporte como los de O Barco o Carmelitas.

No hay muchos ejemplos como el de Celso Blanco Cadahia, con una actividad deportiva tan polifacética. Jugó al fútbol, al balonmano y al baloncesto, aunque las lesiones -hace unos 20 años le operó el famoso doctor Borrás- le han obligado a centrase en estos momentos únicamente en el tenis y el bádminton. Fue entrenador de fútbol y de baloncesto (llegó a llevar al COB cadete al subcampeonato gallego). Y todo ello sin contar con su extensa actividad como profesor de educación física. Miles de chavales han sido sus alumnos y muchos se contagiaron de su amor por el deporte. «É algo fundamental para a educación da xuventude. A min fíxome escapar de moitas cousas, como fumar ou o que hoxe chamamos o botellón. Axuda a aprender o espírito de sacrificio, de superación e é algo que está ao alcance de todos», cuenta.

Como jugador, su mayor éxito fue ser profesional en el CD Ourense. Era «un organizador, como Xavi o do Barcelona, pero en pequeno», dice entre risas. Quienes jugaron contra él recuerdan que también le gustaba dar leña. Jugó durante unos años, en la época de Juan Ribao como presidente, junto a mitos locales como Pataco, pero lo acabó dejando con 26 años. Solo unos meses antes había tenido una hija y acababa de sacarse la oposición. «Había que pensar na familia», explica. «Cando es rapaz sempre soñas, pero as cousas son como son. A verdade é que non xogaba moito», bromea Celso.

Le toca jubilarse el año que viene y no piensa en prolongar su vida laboral

A Celso Blanco Cadahia le toca jubilarse en febrero del año que viene. Solo le quedan unos meses para un cambio radical en su vida, que ahora dedica con muchísima intensidad a su trabajo en el CEIP Mestre Vide. Su casa está muy cerca del colegio y pasa allí la mayor parte del día, excediendo por lo general los horarios que le serían exigibles. Pese a todo, no tiene pensado pedir la prolongación de su vida laboral. Su jubilará cuanto le toca. «No colexio estou fenomenal, pero eu son positivo. Estou seguro de que tamén estarei fenomenal despois», dice Celso, que piensa sobre todo en la libertad de horarios que tendrá en cuanto deje su actividad, a la que ha entregado su vida. Durante su amplia experiencia docente, ha sido profesor de miles de niños y niñas ourensanas. Su deseo ha sido siempre el de transmitirles su amor por el deporte, una actividad que considera fundamental para la educación y para la vida. Su absoluta dedicación a esa tarea ha dado frutos. Muchos jóvenes deportistas lo son, en gran medida, gracias a él.