Hasta cinco horas antes del inicio de la firma muchas jóvenes esperaban a la cola para ver a sus ídolos
11 mar 2018 . Actualizado a las 12:26 h.«Voy a llegar con tiempo», me dije. Así una hora antes del inicio de la firma de discos de los «triunfitos» Roi y Cepeda encaré con el coche la entrada del Carrefour de Ourense. ¡Sorpresa! En la rotonda paré el coche, el tráfico ya era lento. Abrí la ventanilla y escuché música a lo lejos. Eran las 11.00 horas y cientos de jóvenes abarrotaban el párking del centro comercial. «Algunas llevan aquí desde las siete de la mañana», comentaba una de las organizadoras.
El temporal Félix obligó a estar a cubierto, aunque daba la sensación por el calor humano que les hubiera dado igual esperar bajo la lluvia. El acto se anticipó. Quizás porque al ver a tanta cantidad de gente, los organizadores pensaron que dos horas no serían suficientes para calmar la sed de autógrafos que se respiraba en el ambiente.
De repente una puerta cercana al lugar de las firmas se abrió. Comenzaron los gritos. Falsa alarma, salía uno de los organizadores. Pero enseguida hicieron acto de presencia Roi y Cepeda y la pasión de las jóvenes hizo que no se escuchara ni la música que desde primera hora de la mañana atronaba decibelios. Y los padres, mientras, esperaban con sus teléfonos móviles en mano para captar el momento. Los gallegos Roi y Cepeda saludaron a los presentes y, antes de empezar con el maratón de firmas, besos y fotos, se acercaron a las primeras filas. Allí, un grupo de discapacitados recibían los primeros saludos y muestras de cariño por parte de los dos jóvenes. A partir de ahí fueron pasando por grupos ante la mesa preparada para la firma. Todas -porque la amplia mayoría eran mujeres- se hicieron selfis con sus ídolos y a más de una se le cayó una lágrima, «sorprendiendo» a los «triunfitos» que, por sus miradas, parecía que todavía no se creen que eso del fenómeno fan vaya con ellos. Incluso a alguno pareció «inquietarle» escuchar frases como «¡Cepeda, te quiero!». No solo eso, a lo largo de la mañana, y según iba pasando las jóvenes, en el suelo junto a ellos se iban sumando bolsas, cartulinas con mensajes y regalos de las fans ourensanas de Operación Triunfo. La organización apaciguó los ánimos de las presentes que, pese a estar esperando durante horas, no perdieron ni la ilusión ni los nervios. Y, a pesar de las lágrimas, muchas salían con una amplia sonrisa, saltando y compartiendo la foto en las redes sociales entre sus amigos. Roi y Cepeda se fueron tras cumplir con la «demanda», al parecer tenían prisa por coger un avión. OT pudo con Félix e hizo que cientos de ourensanas fueran ayer las mujeres más felices.