Que siempre sea 8 de marzo

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez MATICES

OURENSE CIUDAD

07 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres hombres fueron juzgados ayer en Ourense por haber agredido o vejado a sus novias o compañeras. Otro más por amenazar a la madre de su hijo delante del niño y uno más por propinar una paliza a su pareja, sin importarle que la hija de ambos presenciase los hechos. Lo que pasó ayer en esas salas de vista no es más que el reflejo de las difíciles situaciones a las que se enfrentan cada día muchas mujeres, cuyas desgracias ocurren mientras el mundo mira para otro lado.Ciudadanas anónimas que parecen condenadas a vivir atemorizadas porque ni la sociedad, ni el Estado, parecen tener las herramientas necesarias para protegerlas. Y es que puede que sus agresores sean juzgados y condenados, pero sabemos que eso no siempre significa el final del problema.

Por ese motivo exigir el fin de la violencia de género parece motivo más que justificado para una jornada de huelga como la convocada para mañana, 8 de marzo. No es el único. Decir basta a la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, acabar con la ausencia de rostros femeninos en las cúpulas de las empresas o reclamar el fin de la segregación en los puestos de trabajo son otros motivos por los que miles de mujeres se están planteando la posibilidad de parar.

Y aunque no hay duda de que es un buen comienzo, las cosas no deben quedar ahí. Una sindicalista veterana aseguraba esta semana en Ourense que la mujer sigue siendo un colectivo marginal, y prueba de ello es que, como otros grupos, tiene dedicado un día en el calendario. Tal vez esa sea la cuestión. Que no tenga que haber más 8 de marzo. O que todos los días lo sean.