Una veintena de unidades parroquiales palían la falta de vocaciones en Ourense

Cándida Andaluz Corujo
çándida andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El 90 % de toda la actividad pastoral se desarrolla en el ámbito rural

25 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La actividad pastoral de la diócesis de Ourense se resume en 735 parroquias, 319 sacerdotes, 1.093 catequistas, 22 seminaristas mayores, 130 misioneros, 26 centros educativos, cinco monasterios y 3.399 voluntarios y agentes. A través de esta actividad pastoral la Iglesia se encarga del acompañamiento a los fieles, que se traduce en el anuncio del evangelio, la unción de enfermos, las exequias, la confesión y la visita a domicilios. Una labor que en un 90 % se desarrolla en el rural ourensano. Se trata de una actividad que necesita de la labor de muchos voluntarios, especialmente de seglares y religiosas que aportan su tiempo. La edad avanzada de los sacerdotes y la falta de relevo complican cada día esta función. Hay que tener en cuenta que de cada siete jubilaciones de sacerdotes hay dos ordenaciones.

Esta circunstancia trajo consigo la creación de las denominadas Unidades de Atención Parroquial, en donde un sacerdote, dos, o tres atienden una zona pastoral. Esto, unido a la falta de gente en el rural, ha llevado a eliminar en muchos pueblos la celebración de la misa dominical. La última se creó hace dos meses. Se trata de la Unidad de Atención Parroquial de Cea, formada por las parroquias de San Facundo, San Martín de Lamas, San Juan de Barrán, Santa Eulalia de Longos, San Mamede de A Canda y San Cristovo de Cea. Meses antes quedaba constituida la de Castro Caldelas-A Teixeira, que aglutina un total de doce parroquias. Hay poco más de una veintena y la principal diferencia es que si antes había un cura por parroquia, ahora uno solo tiene la responsabilidad de varias. Y para que esto pueda ser una realidad, es necesario que los laicos participen de forma activa en la vida de las parroquias, ayudando en diferentes temas relacionados con la diócesis. El vicario de Pastoral, Francisco Pernas, explica que dentro de lo que cabe cada año se van ordenando sacerdotes, aunque no son suficientes. «El problema no es que haya muchos fieles en el rural, es que hay muchas parroquias, diseminadas, con solo 10 o 15 personas. Ahora incluso hay algunas a las que los sacerdotes van como mucho una vez cada quince días. Pero no se pueden eliminar. En Galicia en cada una hay un cementerio y es algo que está muy arraigado», explica. Añade, además, que está siendo muy importante la ayuda de los laicos a los curas que desarrollan su labor en el rural para que puedan atender casi todos los sitios.

Tres años después de su llegada, el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, planteó la posibilidad de crear estas unidades pastorales. Lo dijo en el 2015 en su carta pastoral Ourense en misión. «La estructura pastoral con la que estamos funcionando pudiera ser la adecuada para otros momentos de nuestra historia reciente, pero hoy no es posible mantenerla. Proseguir así supondría quemar muchas energías e ilusiones en nuestros sacerdotes y no podemos correr ese riesgo», dijo. Puso sobre la mesa la posibilidad de crear las Unidades de Atención Parroquial. «No nos planteamos, por ahora, la supresión de ninguna de las parroquias porque encierran en sí una historia, a veces secular; sin embargo esa estructura eclesial, presente en medio de las casas de los vecinos, se ha quedado muy sola», razonó.

Siete capellanes hospitalarios y un sacerdote en la cárcel de Pereiro de Aguiar

La diócesis de Ourense cuenta, además de con los sacerdotes que atienden las parroquias, con siete capellanes hospitalarios, que están al lado de los enfermos y sus familiares y que les acompañan cuando son requeridos, poniéndose a su disposición. Además, en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar hay un capellán que ayuda en la relación entre los reclusos y sus familias, atiende personal y pastoralmente a los presos que lo desean, y trabaja con ellos para facilitar su reinserción social y laboral.

La mujer está cada vez más presente en cargos y responsabilidades administrativas

La presencia de las mujeres como colaboradoras en la Iglesia ha sido desde siempre mayoritaria, y la diócesis de Ourense no es una excepción. El porcentaje es mucho mayor que el de los hombres. Las religiosas también son mayoría, así como las misioneras. Y, en los últimos años, cabe destacar un papel más activo, con la ostentación de cargos dentro de la diócesis. Son mujeres la vicecanciller del obispado y la delegada de misiones. También las administrativas que se encargan del apartado económico y contable, las catequistas, voluntarias y agentes pastorales, o la responsable de las relaciones con la prensa.