Retiran parte del maletero de un coche de los policías gemelos para analizarlo

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Se envía al Instituto de Ciencias Forenses para identificar unos restos de sangre

20 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Volvió a la comisaría de policía de Ourense la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense, Eva Armesto, que investiga las circunstancias de la muerte del agente Celso Blanco el 9 de abril del 2016. Aún quedan muchas pesquisas para desenredar la madeja, desentrañar dudas y analizar pruebas, como algunos restos de sangre hallados de forma inesperada. Que correspondan a una matanza domiciliaria y sea de cerdo, como mantiene la defensa de los gemelos, es uno de las posibilidades. Pero hay que analizarlo todo. La semana pasada se había suspendido la operación de retirar la moqueta del maletero del Volvo que utilizaban Bernardo y Roy D. L., los inspectores gemelos convertidos en sospechosos de todos los males de la comisaría. Resultó ser una actuación más complicada de lo que parecía. Requeridos los servicios de personal especializado de la marca automovilística, la operación se realizó ayer. Se desmontaron los laterales y se intervino también sobre el respaldo de los asientos traseros. El juzgado enviará ahora la moqueta al Instituto de Ciencias Forenses Luis Concheiro de Santiago. Es una de las pocas pruebas pendientes para apuntalar este caso.

Dos vehículos retenidos

El Volvo es uno de los tres coches que le fueron ocupados a los gemelos. También fueron retirados del domicilio de Toén un Audi y un utilitario Peugeot, utilizado por otros familiares, razón por la que les fue devuelto. Los otros dos siguen en comisaría, después de haber sido sometidos a una exhaustiva revisión en busca de algún vestigio que pueda incriminar a los hermanos a quienes la magistrada -a partir del trabajo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Ourense- ha puesto en la diana como presuntos responsables de las irregularidades que han enfangado la comisaría de Ourense, entre el robo de armas, los anónimos y hasta la muerte de Celso Blanco, inicialmente vista como suicidio.

Y mientras la instrucción continúa, con una pequeña parte del sumario aún bajo secreto, la defensa mantiene la línea que trazó desde el primer momento. Por un lado, resaltar cómo en el plano formal se estarían cometiendo irregularidades, en el medida en que un juzgado ha invadido competencias de otro, sin estar autorizado para hacerlo; por otro, enfatizar la ausencia de pruebas directas y cómo otros informes policiales ponen serias dudas sobre la intervención de otras personas en la muerte de Celso Blanco. Un informe de la Guardia Civil de Ourense, enviado al juzgado el pasado 30 de enero, cuando ya se había producido la detención de los gemelos, concluye que no hay «evidencias» que permitan determinar si la muerte fue un suicidio o se trata de un homicidio. Igualmente, la unidad central de policía científica apunta en otro informe que la distribución de los restos de sangre correspondientes a las salpicaduras de retorno, originadas por el disparo que acabó con la vida de Celso, son incompatibles con la presencia de otras personas en el escenario del fallecimiento. Que en la mano del cadáver aparecieran restos de sangre, o que fuera movida con posterioridad, sobre sangre seca y no fresca, es otro indicio que la defensa de los gemelos ve como otro elemento determinante a su favor.

Fichan todos los días

Bernardo y Roy D. L. siguen obligados a acudir cada día hasta el edificio judicial de Ourense. Según el momento y la hora, firman en las dependencias de Instrucción número 3, donde se sigue las diligencias 797/2016, o en el juzgado de guardia.

Aparte de la comparecencia diaria, que es una medida inusual, la jueza retiró el pasaporte a los gemelos y exigió a cada uno de ellos una fianza de 60.000 euros. Al aparecer entre los delitos el de homicidio, la cita diaria en el juzgado se ha visto como la medida benigna más próxima a la prisión, que era la opción que solicitaba la acusación particular, ejercida por la familia del fallecido policía Celso Blanco.