Deniegan la licencia al edificio anexo a la iglesia de los Franciscanos

r. n. p. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Santi M. Amil

Un informe alerta de que no se ajusta al permiso concedido

16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que en el año 2014 comenzaron a desplegarse las grúas en las inmediaciones de la iglesia de los Franciscanos, en pleno centro de Ourense, muchas miradas estaban pendientes del edificio que se iba a construir. Cuatro años después las obras están finalizadas y ya se ve movimiento, tanto en los garajes como en las viviendas, de un inmueble de nueva construcción y que contrasta con el estilo histórico del templo franciscano.

Los promotores del edificio, que cuenta con unas privilegiadas vistas al parque de San Lázaro y que hace esquina con las calles Cardenal Quevedo y Xaquín Lorenzo Xocas, recibieron ayer un duro revés en la Junta de Gobierno Local. En la sesión se acordó denegar la licencia de ocupación para el inmueble de viviendas al entender que las obras ejecutadas no se ajustan a la licencia que fue concedida por ese mismo órgano en noviembre del año 2013. Fuentes municipales apuntan a que esta decisión está basada en los informes del arquitecto municipal y que cuentan con la ratificación de informes jurídicos.

Las mismas fuentes apuntan a que los técnicos habrían detectado en la ejecución final de los trabajos un exceso de vuelos y una ausencia de retranqueo con respecto a la iglesia. Ya en el momento en que se conoció el proyecto, fueron muchas las voces que cuestionaron una actuación que cegaría el entorno de la iglesia y que, por tanto, suponía una oportunidad perdida para liberar el espacio del templo que fue trasladado desde San Francisco hasta el parque de San Lázaro a principios de los años 20 del siglo pasado.

La factura de los bolardos crece

En la Junta de Gobierno Local también se dio cuenta de la ejecución de una sentencia del contencioso administrativo número 2 de Ourense, en la que se condenaba al Concello a indemnizar con 1.020,25 euros al propietario de un vehículo por la «subida repentina» de uno de los bolardos que limitan el acceso al casco histórico. Además, el gobierno local acaba de ser emplazado a un contencioso por el mismo motivo. El dueño del coche reclama 1.088,73 euros.