Una historia que empezó poniendo música entre amigos

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

Miguel Villar

El Café & Pop Torgal cumple 15 años y tendrá una programación especial para celebrar su amplio recorrido

03 feb 2018 . Actualizado a las 13:49 h.

Empezó como dicen que llegan las mejores cosas en la vida: improvisando y sin pensar demasiado. El Café & Pop Torgal fue un accidente. Una suerte de excusa para buscarse la vida y conseguir un lugar en el que poder escuchar lo que a sus creadores les gustaba y en otros locales no sonaba. «Cogí el Torgal hace dieciséis años pero primero estuve con otro socio, aunque al final tomamos caminos distintos y fue cuando le propuse a Isaac unirse», explica David Pedrouzo recordando los inicios del café. «Teníamos una pandilla muy musical y nos reuníamos aquí por las noches para poner lo que nos gustaba porque por aquel entonces el único bar que lo hacía era el Trolebús», añade.

Una vez que la música formaba parte intrínseca del local, se propusieron una remodelación. «Conseguimos algo de dinero para darle la personalidad que nosotros queríamos que tuviera, pero tardamos meses porque tuvimos que remangarnos y ponernos manos a la obra. Y nuestros amigos también. Fue una locura porque la gente se involucró muchísimo», señala.

Cuando ya llevaban siete años programando sus actuaciones musicales en directo apareció la figura de Santiago Miguélez. «Él se había fijado en nosotros y un día me comentó el proyecto que quería llevar a cabo con SON Estrella Galicia trayendo a artistas que cuidasen mucho su trabajo a locales con personalidad», afirma sobre lo que para él y para su hermano, Isaac Pedrouzo, supuso un punto de inflexión. «Eso nos puso en una liga en la que a día de hoy incluso nos da un poco de vértigo jugar porque vienen a tocar grupos muy buenos que se adaptan a nuestras condiciones», destaca.

La construcción del Torgal, no solo física sino también culturalmente, se hizo de un modo colectivo y hasta se podría decir que se rige por unas normas no escritas que asiduos y espontáneos cumplen sin rechistar. «Aquí cuando alguien está encima del escenario, aunque no sea cantando, es obligatorio estar atento a lo que hace y yo creo que los artistas cuando vienen se llevan mucho respeto por parte del público», argumenta David sobre el silencio sepulcral que impregna el café en cada actuación. «Nosotros -explica refiriéndose al trío que ahora forman con el tercero en unirse al local, Druso Pedrouzo- también funcionamos con una norma no escrita y de la que nunca hemos hablado. Intentamos ser los mejores anfitriones y enseñar la ciudad intentando que sea una experiencia más personal para los artistas». A Druso le deben, según cuenta David, un soplo de aire fresco. «Nos subió a un carro generacional que estábamos perdiendo y aportó mucho en lo que a la programación se refiere», incide.

Que el Torgal transformó la ciudad de Ourense se puede comprobar echando un ojo a la hemeroteca y haciendo memoria. Pero sus regentes también han experimentado una metamorfosis a lo largo de estos quince años. «Somos personas completamente diferentes y a este lugar le debemos incluso haber encontrado a nuestras parejas sentimentales. Yo incluso aprendí inglés por necesidad e Isaac escribió un libro», expone. Y el local también ha evolucionado. «Empezó siendo popero y retro y con los años eso perdió sentido para dejarle paso a algo más clásico e íntimo», explica sobre la decoración anterior y la actual.

Para celebrar los quince años que ahora cumplen han programado una serie de actuaciones con un hilo conductor. «Queríamos que tuviera ese espíritu del principio de artistas que no son tan conocidos como otros que ya han pasado por aquí», cuenta. Y es que hoy actuará el grupo asturiano Elle Belga, ayer lo hizo Raoul Vignal y en los próximos meses lo harán Nathy Peluso, María Arnal y Marcel Bagés, Malandrómeda o Joana Serrat, entre otros. «Lo complementaremos con cosas que el público quiere volver a ver y que ya han pasado por aquí y con algo un poco más grande que organizaremos en el Teatro Principal en representación de lo que hemos crecido hacia fuera», enumera poniendo en relieve los ciclos que nacieron la con colaboración de Estrella Galicia -American Autumn y Voces Femeninas-.

«Que el Torgal siga vivo y siga albergando las cosas diferentes que tiene se debe también a la comunidad vecinal que nos ha tratado siempre con cariño y respeto, aunque se me olvide decirlo en las entrevistas. Y nosotros hemos intentado hacer lo mismo porque somos conscientes de ello», subraya antes de que termine la conversación.

Y aunque el camino no ha sido fácil y les ha quitado horas de vida y de sueño -sobre todo en los primeros años-, reconoce que ha merecido la pena. «Yo nunca pensé que me iba a tomar un pulpo con Lee Ranaldo ni un cocido con Sharon Van Etten», apunta entre risas.