El Galaico, un club irrepetible que nunca quedará en el olvido

jacobo rodríguez

OURENSE CIUDAD

MIGUEL VILLAR

La asociación de amigos del equipo inauguró un local social para rendir homenaje a su historia

03 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Galaico siempre será ese club de fútbol irrepetible nacido de todos aquellos amantes del fútbol en Ourense de diferentes generaciones desde el año 1969 que todavía hoy ya desaparecido se sigue recordando y que la Asociación amigos del Galaico quieren que se siga recordando para siempre. Desde ayer todo aquel que formó parte del club de alguna forma, simplemente fue seguidor o solo es un amante del fútbol y de la historia del mismo en la ciudad, tendrá la ocasión de poder recordar o vivir en tiempo pasado lo que fue un club fundado por Camba en Mayo de 1969 y que contó con presidentes como Miguel Franqueira o Camilo Dacal. Siempre se rodeó de gente al que le gustaba el fútbol y el club le costó dinero y tiempo.

Eso es lo que hace más especial y casi irrepetible un club que en la sociedad de hoy parece utópico con la cantidad de intereses económicos que rodean al deporte rey. Precisamente por todo ello, el Galaico siempre fue un club muy querido y respetado tanto dentro como fuera de la ciudad y allá donde iba. En su fundación se recogió un lema del motivo y el objetivo del club «honrar deportivamente el deporte del fútbol por la amistad y unión de sus jugadores», dejando claro que el resultado final de un partido no era lo importante.

El Galaico era como una familia numerosa. Aún ahora sus componentes, que pasaron por etapas en el mismo como jugador, directivo, entrenador o directivo o presidente, se siguen llevando como si siguiesen formando parte del club.

Crecimiento y desaparición

Todo lo que rodeó al Galaico parecía oro hasta el punto de conseguir llegar a movilizar equipos en todas las categorías alcanzando la cifra de 300 niños. Y ese crecimiento derivó en una fusión con CD Ourense y más concretamente con equipo filial, el Atlético Ourense Galaico. Los problemas económicos del histórico club -desaparecido hace cuatro años- y la no desvinculación del Atlético Ourense y el propio Galaico, acabó con la propia desaparición de un club entrañable. Ahora ya solo quedan recuerdos, historias para llenar tertulias días y días y precisamente sus protagonistas quieren que todo el mundo las conozca, organizando charlas y tener un lugar de reunión diario. El local, en Portocarreiro, es desde ayer la nueva casa del Galaico.